VIEDMA (AV)- "Elegí mal, si hubiera elegido a Miriam hoy mi hija estaría viva". Carlos Masello se culpa en parte de la muerta de la pequeña. "Como padre elegí lo que corresponde. Si hay que elegir entre una mujer y una hija, uno elige a su hija. Pero elegí mi hija y me equivoqué. Ella me la quitó. Si la hubiera elegido a ella, tal vez tendría a mi hija, la vería cuando ella no estuviera, pero mi hija estaría conmigo", se cuestiona.
"Por un lado me quedaron los buenos recuerdos de lo que vivimos con mi hija y por otro el dolor de pensar por lo que tuvo que pasar. Ir contenta a darme una sorpresa y que la hayan llevado a los tirones, no puedo dejar de imaginarme el momento cuando la ahogó o la tiró al agua", reflexiona.
Recuerda que la imputada por el homicidio "en algún momento me dijo que sabía cómo tocarme donde más me dolía, algo así me dijo". Agregó que "en un momento me aclaró que era ella o mi hija, fue hace tiempo, pero yo no le dí importancia, Miriam decía que yo la quería más a mi hija que a ella".
Esa mañana su ex mujer le envió un mensaje de texto diciendo que Miriam la había pasado a buscar. "Me fui a comer a casa de mi vieja y me tiré un ratito a descansar, después fui a la casa de ella pensando que ya tenían que haber llegado. Entonces Miriam me negó que la hubiera pasado a buscar", relató.
Comenzó allí la alocada búsqueda. Carlos asegura que esa tarde una mujer de la iglesia a la que concurre le dijo que tenía la visión de que la niña estaba detrás del barrio San Martín, cerca de unos caños. "Me fui directo allá y empecé a llamarla a los gritos, pensaba que podía estar asustada, entre los árboles. Lo ví al diputado Juan Carlos Scalesi, que tiene la chacra ahí y le mostré la foto de Anita, por si la había visto", pero no sabía nada. Después llegaron los perros de la Policía y marcaron el mismo punto. Al día siguiente, al mediodía, la pequeña apareció muerta en la orilla del río unos 250 metros aguas abajo. Testigos vieron a una mujer vestida igual a como la describió la mamá de la pequeña, con la ropa mojada hasta la cintura.
"Tengo odio, bronca, dolor, ella tiene hijos. Me la quitó. No tiene sentido. Si convivió con ella, la llevó al colegio, iba a buscarla. Me gustaría preguntarle por qué lo hizo, una nena tan inocente y dócil", afirma Carlos. "Anita la quería mucho, porque bailaban, escuchaban música, la pasaban bien. A lo último sí, no sé que pasaba, que la nena no se quería quedar conmigo, se iba a la casa. No me decía, yo le pedí que confiara en mí pero no podía sacarle nada. En un momento llegó a decir Anita que Miriam la miraba fijo y no le sacaba la mirada de encima", recuerda.
