LAMARQUE (AVM).- Multitudinario y conmovedor fue el cierre, en la madrugada de ayer, de la XV Fiesta Nacional del Tomate y la Producción que se realizó en esta localidad, evento por el cual más de 40.000 personas disfrutaron de las varias propuestas del agradable domingo.
Allí fue elegida como nueva reina Marina López, una joven lamarquina de 18 años, quien recibió los atributos de parte de Andrea Céliz, coronada la edición anterior.
Marina tiene unos cautivantes ojos verdes, 1,60 de estatura, finalizó sus estudios en el CEM 7 y ya eligió Psicología como su carrera. La choelense Silvina Bonavitta recibió la banda de primera princesa; en tanto, Natalia Ximena Lezcano -de Cinco Saltos- fue segunda princesa.
El Polideportivo del Club Atlético Lamarque volvió a asemejarse a otras exitosas ediciones con más de 3.500 personas que ingresaron a la popular fiesta.
Para el broche de oro -cerca de la 1 de la madrugada-, León Gieco y su banda subieron al escenario mayor. Por espacio de dos horas el cantante repasó su historia discográfica haciendo vibrar a los presentes, quienes cantaron y aplaudieron cada uno de sus temas. Gieco destiló su calidad sobre las tablas y además porque se solidarizó con la lucha docente, arrancó uno de los mayores aplausos de la jornada.
Las actividades del domingo comenzaron en el cálido mediodía con la paella gigante organizada por ocho especialistas sanantonienses, quienes prepararon 1.200 porciones.
Mientras algunos recorrían el predio -con 152 stands y 50 artesanos-, unas 1.500 personas se ubicaron para ver el desarrollo de la tomatina y todos terminaron enchastrados y felices como consecuencia de la "batalla campal" a la que se sometieron tras los primeros tomatazos.
A Juan José López le costó un poco más que en otras oportunidades pero su rapidez le sirvió para ganar el "pentaconcurso" entre los embaladores más destacados de Río Negro. Otro de los atractivos lo brindó el desfile, que contó con una comparsa llegada desde la localidad bonaerense de Lincoln y el espectáculo "Locos sobre ruedas", que encabezaron el recorrido.
Por último, durante 10 minutos, el público que recorría las calles posó su mirada en el cielo para disfrutar de los fuegos artificiales. Final para una nueva edición de una fiesta que aumentó su convocatoria y donde su organización estuvo a la altura de las circunstancias.
