La relación fiscal entre las provincias y la Nación es un tema todavía pendiente de solución, por lo menos para aquellos que piensan en un país organizado en forma realmente federal.
Las estadísticas son contundentes en este sentido: durante el 2008 el conjunto de las provincias cedió en materia de coparticipación federal de impuestos a la Nación algo más de 29.000 millones de pesos.
Así lo refleja un reciente informe elaborado por Fundación Mediterránea en el que se detalla que Río Negro dejó de percibir 736 millones de pesos y Neuquén 513 millones por dicho concepto.
Las pérdidas se consolidan a partir de las modificaciones legales impuestas desde el Ejecutivo, que en gran proporción se profundizaron a partir de 2002, cambios que terminaron erosionando los recursos coparticipables de las provincias. Con estos fondos la Nación logró sostener esquemas deficitarios de otros organismos o dependencias que se encuentran en forma directa o indirecta bajo su órbita.
Entre las modificaciones legales se encuentran:
- El financiamiento provincial a la Seguridad Social que maneja la Nación. Lo paradójico de este punto es que -por dar un ejemplo cualquiera- la caja de jubilaciones de Neuquén sigue en manos de la provincia. O sea que la administración Sapag hoy no sólo esta pagando a los jubilados neuquinos sino que, además, subsidia a los de todo el país con los aportes que está realizando al sistema nacional;
- Las mermas por la incidencia de impuestos no coparticipables. Con las retenciones a las exportaciones, la región cede anualmente cientos de millones de pesos que, por lo general, no vuelven a las provincias;
- El reparto parcial y discrecional de los ATN. Este perverso sistema, que sirve para encolumnar a los gobiernos tras un proyecto político, nunca se utilizó tal como el espíritu de la Ley lo creo. Hoy con estos fondos, Nación financia sus necesidades de caja. Un dato: al año pasado sólo el 5% del dinero disponible en ATN llegó efectivamente a las provincias.
Estos y otros puntos, determinaron una transferencia de recursos desde las provincias hacia la Nación de unos 29.000 millones de pesos durante el año pasado.
En apuros
Esta relación fiscal entre las provincias y la Nación funciona en la medida que existan excedentes para poder repartir desde el poder central a las provincias en forma totalmente discrecional.
Cuando estos excedentes desaparecen, comienzan los problemas. La situaciones fiscales de Río Negro y Neuquén se encuentran hoy en precarios equilibrios.
Hasta ahora, la Nación siempre salió a auxiliar las necesidades financieras de ambas administraciones. Pero, las cosas comienzan a cambiar.
El gobierno nacional empieza a tener serios problemas de caja, con una economía que muestra serios síntomas de desaceleración y recortes en los ingresos. Los últimos manotazos (fondos de las AFJP, entre otros) no alcanzan para sostener el actual esquema de gastos. Con este escenario, desaparece la ayuda que hasta ahora venían recibiendo las provincias.
Sin ir más lejos, en otro contexto, la Nación habría accedido a auxiliar a Río Negro y Neuquén para sostener el aumento que hoy están exigiendo los docentes. Hoy, esto es imposible.
(Redacción Central)
