Entre inquietudes sobre su anteproyecto de gasto, el presidente de Estados Unidos Barack Obama decidió proporcionar miles de millones de dólares en préstamos federales a propietarios de negocios pequeños en problemas. El amplio paquete de medidas que se anunciará hoy incluye 730 millones de dólares del plan de estímulo que reducirán inmediatamente los intereses en préstamos a negocios pequeños e incrementarán a 90% las garantías estatales sobre algunos préstamos de la Administración de Microempresas, una oficina federal que protege los intereses de la pequeña empresa.
El gobierno también tomará medidas dinámicas para impulsar la liquidez bancaria con más de 10.000 millones de dólares dirigidos a descongelar el mercado de crédito secundario, según funcionarios enterados del plan.