En la misma jornada en que Manuel Garrido renunció a la la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), presuntamente por presiones del Kirchnerismo, apuntó fuertes denuncias contra una firma que opera en la región, Caminos del Valle.
Según reveló ayer una investigación del diario "La Nación", antes de abandonar su despacho Garrido alcanzó a estampar su firma en una denuncia "que apunta al corazón del kirchnerismo. Un caso en el que conviven negocios de obra pública, facturas falsas, un presunto fraude millonario al Estado y aparentes beneficios a una empresa cercana al poder".
Sostiene el artículo que "Luego de casi dos años de investigación, Garrido concluyó que en la renegociación del contrato de concesión del corredor vial que une las ciudades de Neuquén y Cipoletti (Río Negro), aprobado en 2006, se habían otorgado "ventajas indebidas" a la empresa Caminos del Valle, pese a que había incumplido la mayor parte del contrato de concesión, celebrado en 1995".
Agrega que el acuerdo era por 18 años, contemplaba un cronograma escalonado de obras y establecía que la recompensa para la firma sería el cobro de peaje.
Y señala que "a partir del análisis de los datos del Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi) y de dos informes elaborados por académicos de la región, el hoy ex jefe de la FIA determinó que, en el momento en que se inició la renegociación del contrato, la empresa sólo había terminado 11 de las 23 obras que se había comprometido a realizar, tenía dos a medio hacer y ni siquiera había comenzado a construir las diez restantes".
Las primeras seis en terminarse habían sido las denominadas "obras iniciales", que habilitaban a la compañía al cobro de peaje, lo que comenzó a hacer en marzo de 1997, con ganancias superiores a las previstas, dado que el tránsito vehicular resultó mayor al calculado.
La denuncia reproducida por "La Nación" explica que "pese a que la mayoría de los incumplimientos habían sido anteriores a la crisis de 2001 y al dictado de la ley de emergencia, el acuerdo alcanzado por la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (Uniren) no pudo ser mejor para la empresa".
Caminos del Valle -una UTE integrada por Burgwart, Esuco y Kank y Costilla, empresas líderes en la construcción de rutas en Santa Cruz y con fuertes vínculos con el kirchnerista Lázaro Báez- mantuvo la concesión hasta 2013, quedó habilitada para reclamar una actualización de las tarifas de peaje, hasta entonces congeladas, y logró que le perdonaran las 41 penalidades que acumulaba en el Occovi por incumplimientos contractuales. A cambio, debió finalizar el tercer puente sobre el río Neuquén y una rotonda en Cipoletti, dos obras que, según el cronograma inicial, debían estar listas en octubre de 1997 y en noviembre de 1998, respectivamente. Se agregó, además, un grupo de trabajo a determinar por el Occovi, por 7.410.000 pesos.
Incumplimientos
El resto de las obras que figuraban en el contrato original y que habían sido incumplidas se volvieron a licitar, lo que le costó al Estado más de 35 millones de pesos extra. "Aun asumiendo que la emergencia haya repercutido severamente en su estructura de costos, aparece inexplicable que la empresa vaya a ver reducida su expectativa de ganancia para toda la concesión cuando percibió todo lo que pensaba recibir en concepto de cobro de peaje [e incluso más] y no hizo [ni deberá hacer] gran parte de los trabajos a los que se había comprometido al momento de licitar", dice la denuncia, en respuesta al argumento oficial de renegociación, que indicaba que se habían introducido cambios que disminuían la ganancia prevista para la compañía.
El escrito tiene fecha del 12 de marzo, el último día de Garrido en la FIA, señala "La Nación".