Domingo 15 de Marzo de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Sociedad
El polvillo sigue contaminando el aire en Jacobacci
Continúan las quejas por los efectos de las moliendas de diatomea

INGENIERO JACOBACCI (AJ).- Las moliendas de diatomea que se encuentran en el radio urbano de Jacobacci continúan contaminando el ambiente sin que los organismos competentes tomen cartas en el asunto.

La actividad minera tiene tantos años como el propio Jacobacci y las quejas de los vecinos datan desde hace más de una década. Al principio solo tres empresas -dos lo hacían en la zona rural- explotaban el mineral y lo vendía "en bruto". Sin embargo a partir de la industrialización de la materia prima y la radicación de nuevas empresas la situación tuvo un brusco cambio, que se dio en forma paralela a un marcado crecimiento de la ciudad sin planificación.

La urbanización se fue extendiendo hacia la zona del denominado "parque industrial", ubicada en el sudeste de esta ciudad y, actualmente las tres moliendas de diatomea que se encuentran en ese sector, procesan el mineral a escasos metros de casas de familias y de un jardín de infantes al que concurren más de doscientos niños. Otras tres muelen la materia prima en el mismo lugar donde extraen.

La industrialización de la diatomea, cuyo mayor uso es en sanitario de mascotas por su gran poder absorbente- consiste en moler la materia prima hasta convertirla en "pequeñas piedritas" de distintas medidas. Dicho proceso se realiza en molinos que despiden a la atmósfera un fino polvillo que tiñe de blanco el cielo y generan trastornos a la población.

Vecinos de los barrios más cercanos a las moliendas aseguran que por momentos el aire se torna irrespirable. "Cuando hay viento del este, no podés respirar. Tampoco podés tener la casa limpia porque el polvillo se mete por todos lados y ni tender ropa. No hay certeza si afecta a la salud, pero bueno no debe ser", señaló una vecina que vive a escasos metros de una de las moliendas.

En días serenos, durante la mañana se puede ver una gran nube de polvo que cubre el cielo y cuando se disuelve todo queda cubierto por una fina capa de polvillo blanco. Las quejas de los vecinos datan desde hace años, pero las soluciones no aparecen. Han realizado presentaciones ante el Consejo Provincial de Medio Ambiente, Defensoría del Pueblo, municipio y le han planteado las dificultades que les acarrea vivir entre el polvillo que despiden las moliendas a cuanto funcionario visitó esta ciudad. En alguna oportunidad, el Codema intimó a las empresas a que realicen un estudio de impacto ambiental y que hagan inversiones para evitar el esparcimiento. Nada de eso se ha hecho.

Durante los primeros meses de su gestión, el actual gobierno municipal, impulsaba el traslado del parque industrial a la zona rural. Una de las posibilidades que se estudiaba era moler el material en el mismo lugar de extracción. Sin embargo hasta el presente tampoco hubo avances al respecto.

Por otro lado, una ordenanza obliga a los camiones trasladar el material desde las minas hasta las moliendas por las afueras de Jacobacci y tapado con una lona. Si bien la norma está vigente, no se cumple.

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