El premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, valoró muy positivamente los cambios emprendidos por el nuevo gobierno estadounidense para combatir la crisis financiera, aunque en su opinión el presidente Barack Obama está siendo "demasiado prudente".
Kruger alabó en una entrevista que publica hoy el diario "El País" las "políticas inteligentes y honestas" de Obama, que "dibujan un mundo completamente diferente al que había".
Sin embargo, no las considera suficientes dada la dimensión de la crisis: el plan de estímulo debería haber sido al menos un 30 por ciento mayor y Washington tendría que adoptar medidas más dramáticas sobre los bancos, afirmó.
Krugman, que se encuentra en Sevilla invitado por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), señala que aunque todas las crisis tienen un final natural a largo plazo, salir de ésta "llevará mucho, mucho tiempo".
Entre las posibles soluciones, el economista afirma que es esencial sostener la demanda y coordinar las políticas fiscales, sobre todo en el seno de la Unión Europea, porque "la dependencia es mucho mayor entre los socios de la UE que respecto a Estados Unidos".
No obstante, también considera clave un acuerdo a nivel del G20 y un plan de rescate para los países emergentes. Además, "se necesita más regulación de la que tenemos, y eso va a ser duro", agregó. Respecto a la situación de España, el Premio Nobel la comparó con la de California o Florida, donde también ha estallado la burbuja inmobiliaria, provocando un aumento del déficit y la rebaja del "rating".
En su opinión, "lo que realmente asusta" de la posición en que se halla España es que tiene poco margen de actuación debido a su pertenencia a la Unión Europea. "Si España no fuera parte del euro, la devaluación ayudaría, pero esa opción ya no existe", y la política fiscal también es limitada, al igual que la capacidad de actuar sobre el sistema financiero, explicó. "En buena medida, a España sólo le queda esperar a que se produzca una recuperación europea", sostiene Krugman.
Agencia DPA