Desde ya, a Gigantes le tocó el peor adversario posible, un Bolívar que no da tregua y lastima siempre. Pero los neuquinos, el viernes, dieron señales de que serán un hueso duro de roer para los múltiples campeones. Esta noche a las 21 se juega en el estadio "República de Venezuela" el segundo choque de la serie de semifinales en la elite del voley nacional.
Se sabe que el equipo de Alejandro Grossi necesita hacer un partido perfecto, y algo más, para vencer a un sexteto con el que perdió los 20 juegos que disputó a lo largo de estos últimos años.
La enorme supremacía de Bolívar, desde ya, lo marca como favorito, por el historial, pero también porque cuenta con un plantel de enorme jerarquía, donde sobresale un Wallace que en el primer partido de semis se despachó con 26 puntos.
La tarea del brasileño fue importante a lo largo de todo el juego, pero su peso ofensivo se notó como nunca en el segundo parcial. Ese set fue el mejor del partido, porque Gigantes llegó a estar cinco puntos abajo, pero Matías Macor sacó el pecho y los neuquinos se pusieron a tiro. Claro, en la cancha estaba el opuesto moreno, que en ese lapso marcó 14 unidades.
"La verdad, sentimos el desgaste físico", señaló después del encuentro el capitán Leonardo Patti, uno de los puntos altos el viernes. Es que Gigantes llegó a estar entre los mejores cuatro equipos del torneo después de una trajinada serie de cuartos de final ante Chubut, que se llevaron los neuquinos en el quinto partido disputado. Por lo visto hace 48 horas, el sexteto sureño tendrá que desactivar el contragolpe de Las Águilas, una de sus mayores virtudes. El ganador se enfrentará con el vencedor de la serie La Unión de Formosa vs. UPCN. (Ver página 50) (AN)