BUENOS AIRES.- El cardenal Jorge Bergoglio advirtió ayer sobre el riesgo de "descomposición del tejido social" y sobre el "escándalo" de la pobreza y la exclusión en el país, al ser recibido junto con 30 obispos argentinos por el papa Benedicto XVI.
En tanto, el Pontífice instó a los prelados connacionales a contribuir a la unidad de la Iglesia y a acrecentar la fe de los argentinos mediante una "adecuada formación espiritual y doctrinal" de los fieles.
Al recibir en una audiencia conjunta a los 31 obispos que participan de la visita "ad límina" al Vaticano, el Papa evitó hacer referencias a temas sociales o coyunturales de país, y prefirió circunscribir su mensaje a cuestiones intraeclesiales.
En cambio, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina hizo hincapié en la "profunda" crisis de valores que afecta los cimientos de la sociedad y que a su entender ponen al país "frente al peligro de la descomposición del tejido social". "En esta profunda crisis de valores de la cultura, cobran fuerza otros graves problemas como el escándalo de la pobreza y la exclusión social, la crisis del matrimonio y de la familia, la necesidad de mayor comunicación", aseveró el primado.
Desafíos, que según dijo Bergoglio en su discurso ante el Papa, el Episcopado argentino intenta responder subrayando "valores fundamentales".
Por su parte, Benedicto XVI recalcó la necesidad de la unidad de la Iglesia, tras las críticas que recibió, aunque no de prelados locales, por la remisión de la excomunión a cuatro obispos lefebvristas, entre ellos el polémico Richard Williamson que el gobierno echó de Argentina por negar el holocausto judío.
El Pontífice recordó que a los obispos les cabe la tarea de "impulsar y defender la integridad de la fe y la disciplina común de todo la Iglesia, enseñando además a los fieles a amar a todos sus hermanos". Tras reconocer "la voluntad decidida" de los prelados argentinos para "mantener y afianzar la unidad en el seno de la Conferencia Episcopal", les manifestó su "apoyo, oración diaria y cercanía espiritual" en esta tarea que, reconoció, reporta "fatigas y desvelos".
En ese camino hacia la unidad eclesial, Benedicto XVI les sugirió "valorar y estimular" la participación de las congregaciones religiosas en las diócesis, muchas veces marginadas de la tarea evangelizadora.
También expresó su "firme esperanza" en el progreso y la renovación espiritual de los argentinos, y exhortó a los obispos a "un gran esfuerzo" para promover las vocaciones sacerdotales.En este sentido, Benedicto XVI les exigió "una eficaz y exigente labor de discernimiento" de los candidatos que ingresan a los seminarios, para evitar nuevos escándalos por abusos sexuales.
Además, les recomendó proyectar una pastoral matrimonial y familiar "más incisiva" y una pastoral juvenil "más audaz" para incrementar el ingreso de estos a las casa de formación sacerdotal.