ALLEN (AA).- El asfalto rural se ha convertido durante los últimos meses en la vía elegida por muchos conductores para unir Roca y Allen.

El origen de esa decisión hay que buscarlo en el pésimo estado de la Ruta provincial 65.

El problema es que el camino número 4 -que se extiende desde la "curva de Verani" hasta el cruce con el acceso Biló de Allen- no está preparado para la circulación rápida y la imprudencia al volante ha generado muchos de accidentes. Este diario contabilizó cinco en menos de dos semanas.

Ahora bien, cabe preguntarse si el gobierno provincial se quedará con la cómoda justificación de que no se trata de una ruta o hará algo para revertir la tendencia de los automovilistas, que hacen caso omiso a la escasa señalización existente.

El choque más reciente ocurrió ayer, entre un camión y un auto protagonizaron una colisión en el cruce de Guerrico. Fue a las 8.30 cuando un Ford Escort dominio DJN 460 conducido por Vanesa Castillo, chocó violentamente contra un camión Grosspel patente WCP 723 en el que viajaba Ricardo Farías.

Al parecer, el Escort transitaba en dirección Este- Oeste por la ruta 65 y cuando quiso continuar su marcha por la calle rural Nº 4 impactó enérgicamente contra el camión. La colisión fue tan fuerte que el automóvil quedó con la parte frontal destruida, mientras que el camión registró el desprendimiento de una de sus ruedas. Como resultado del accidente, la mujer sufrió lesiones leves y fue trasladada rápidamente al hospital de Allen.

Pese a las señalizaciones en el camino los accidentes de tránsito siguen incrementándose y la peligrosidad del sector es cada vez mayor. Hasta ahora y milagrosamente, los múltiples choques sólo dejaron daños materiales. Pero en cualquier momento el camino rural asfaltado puede transformarse en el escenario de una tragedia.

Por el camino rural y a extremadas velocidades transitan vehículos de toda clase. Autos, camionetas, camiones y colectivos se entremezclan con los tractores que permanentemente entran y salen de las chacras que existen en la zona.

El nuevo asfalto atrae poderosamente a los conductores, que sin conocer las características del terreno dan vía libre al acelerador. Uno de los puntos más riesgosos es el cruce del acceso Güemes de Allen con el camino rural Nº 4, en donde en sólo ocho días se produjeron tres colisiones.

Es necesario que de manera urgente lleguen al camino rural recursos viales que obliguen a reducir la velocidad. Si bien la colocación de lomadas va contra la finalidad del asfalto rural -que no se golpee la fruta al salir de las chacras- el problema deberá ser estudiado para hallar una rápida solución.