Viernes 13 de Marzo de 2009 Edicion impresa pag. 11 > Regionales
Temux aportó a la campaña de Sobisch
En noviembre de 2004 prometió 12.000 pesos por mes y envió un cheque por ese importe a Fundepa, la fundación que, según Jorge Sobisch, recolectaba las donaciones para su campaña como candidato a presidente en las elecciones de 2007.

En noviembre de 2004, cuando el saldo en descubierto de la cuenta corriente de la exportadora de carnes Temux crecía sin parar, la empresa enviaba una cortés esquela a Fundepa, la Fundación para el Desarrollo Patagónico y Argentino, en la que anunciaba su decisión de aportar doce mil pesos mensuales para apoyar el desarrollo de su actividad. Junto a la nota lucía un primer cheque por esa suma. Esa fundación fue la que recibió las donaciones para la campaña presidencial de Jorge Sobisch. Copias de la nota y el cheque fueron entregadas por "Río Negro" en el juzgado que investiga el fraude desde hace cinco años. Seguramente, muchos cheques más no hubo, porque en abril de 2005 el BPN denunció al elenco directivo de Temux por estafa.

La nota estaba dirigida al director ejecutivo de la fundación -que presidía el mismo Sobisch-, Carlos Chiáppori, presidente del banco provincial durante una parte del primer mandato del ex gobernador. Llevaba la firma del presidente de Temux, Carlos Troiani -quien rehusó la declaración indagatoria solicitada por el juez Marcelo Muñoz - y decía que la intención de la empresa era la de "acompañar el desarrollo de la actividad de la misma". La actividad de la misma era, o sería en un futuro cercano, la de juntar plata para la campaña presidencial del mandatario.

Troiani precisaba que la primera cuota correspondería a diciembre, y acompañaba un cheque con fecha de pago el 1 de ese mes. Fue en ese mismo mes que, a iniciativa del director ejecutivo Juan Pablo Bugner, se decidió ayudar al grupo Temux a reducir el sobregiro, que superaba los nueve millones de pesos, con dos virtuales préstamos, consistentes en el "alquiler" de letras Lebacs -de un valor nominal cercano a los siete millones de pesos- y la inversión de cinco millones de pesos en un fideicomiso del frigorífico CEPA, controlado por Temux.

El saldo deudor, como era de esperar, descendió sensiblemente. Pero le deuda volvió a crecer porque se le sumaron los 4.500.000 dólares de las maniobras de Temux en comercio exterior, todo ello en combinación con funcionarios del banco investigados por Muñoz y, probablemente, con otros funcionarios.

La maniobra exportadora

Temux fue exportadora de cortes especiales de carnes, de alta cotización en el mercado externo, merced a una participación en la denominada "cuota Hilton". El negocio consistía en comprar ganado en pie, entregarlo "a facón" al frigorífico Cepa para obtener los cortes y luego exportar a los Estados Unidos.

En 2002 fue Luis Manganaro, presidente entonces del BPN, quien hizo el primer vínculo con Temux. Las cuentas corrientes de la empresa y de sus vinculadas Santa Elena Bursátil y Cooperativa Santa Elena en la sucursal Buenos Aires del banco se abrieron en el 2003.

La operación de comercio exterior se iniciaba cuando Temux enviaba un correo electrónico a la sucursal para solicitar que se le acreditara el valor de una exportación. A ese fin presentaba un pedido de cierre de cambio (de dólar-peso, para la posterior acreditación en pesos de lo que el importador pagaba en dólares), facturas y permisos de embarque. El banco debía controlar, con información aduanera que llevara el sello de "cumplido", que el embarque se hubiera realizado y que el banco del importador en el exterior hubiera depositado el importe en dólares en la cuenta del banco corresponsal del BPN, que en Nueva York era el Standard Chartered Bank. Esos controles no se hacían o si se hacían y se verificaba que en el banco corresponsal no había ingresado un solo dólar, los pesos se acreditaban igualmente en la cuenta de Temux.

Según el entonces gerente de la sucursal Buenos Aires, Carlos Herrera, y el jefe de la mesa de dinero de la sucursal, Alberto Cáceres -ambos indagados esta semana- ellos consentían ese procedimiento porque recibían órdenes en tal sentido de Félix Racco, presidente del BPN, y de Juan Pablo Bugner, director ejecutivo.

Pero Racco, y con más énfasis Bugner, dicen todo lo contrario, esto es que Herrera había admitido ante los dos que el único responsable era él y que había procedido así porque solo adelantaba fondos que poco después llegaban.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí