Jueves 12 de Marzo de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Sorbellini-Lagunas, 20 años de impunidad

RÍO COLORADO (ARC).- Se cumplen hoy veinte años del bárbaro doble asesinato de Sergio Sorbellini, quien por entonces tenía 19 años y su novia Raquel Lagunas, de 17, y en esta comunidad ya no existe esperanza de conocer a los autores intelectuales y materiales del hecho. La impunidad sepultó toda posibilidad de justicia, con una cadena de irregularidades desde la instrucción hasta el juicio condenatorio a tres inocentes, pasando por errores en los peritajes, que conspiraron contra la verdad.

Por la participación de los estamentos del Estado en los distintos pasos de la investigación, el aberrante doble crimen y sus implicancias conmocionó a la provincia hasta las más altas esferas gubernamentales. No faltaron multitudinarias marchas por las calles de la ciudad reclamando su esclarecimiento.

El 12 de marzo de 1989 varios balazos calibre 22 acabaron con la vida de la joven pareja a unos dos kilómetros del casco céntrico, en un descampado muy cerca de un basural. Un tío de Sergio encontró sus cuerpos al día siguiente y desde aquel momento la comunidad de Río Colorado comenzó a transitar uno de los capítulos más triste de su historia.

En los comienzos de la investigación, la instrucción estuvo a cargo del juez Fernando Bajos. Un posterior juicio oral realizado aquí, condenó a prisión perpetua a Mario González y Raúl García, pero tres años después, los condenados fueron liberados al comprobarse su total inocencia. Por su actuación, el juez Bajos fue destituido.

También la actuación de la policía quedó bajo la lupa. En una calurosa mañana de noviembre del ´97, se pudo poner en marcha una Citroneta estacionada en el patio de la comisaría y que las autoridades policiales afirmaban que no andaba desde antes del crimen. Un testigo afirmó haberla visto en cercanías del escenario del crimen aquel fatídico domingo 12 de marzo. Se comprobó además que faltaban hojas en el libro de guardia que detalla los movimientos policiales de ese fin de semana. Cuatro uniformados fueron procesados.

Los peritos también cometieron irregularidades. Describieron autopsias que no habían hecho y peritaron armas equivocadas que condenaron a dos inocentes.

En cuanto a las hipótesis, desde un principio se trabajó en torno del contrabando de ganado, aunque con intermitencias. El basamento de esta idea que sostenían algunos investigadores estaba en que días antes del doble homicidio se secuestraron 50 animales que intentaron pasar por la barrera sanitaria. El chofer del camión que los transportaba era el padre de Sergio y en medio, existió un llamado telefónico que dio aviso del hecho.

La pregunta recurrente es si Sergio y Raquel descubrieron algo aquella tarde o si fueron convocados por alguien para encontrarse en aquel descampado. En la historia reciente de este pueblo, el crimen de Sergio y Raquel es una dolorosa herida que no está cerrada. En silencio, este tranquilo pueblo pide tener memoria para no olvidar lo que sucedió hace veinte años.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí