ROCA (AR).- El panorama diario que debe enfrentar el hospital roquense Francisco López Lima parece no dejar de tener un negro nubarrón por encima. A la crítica situación que se vivió durante las últimas semanas por la imposibilidad de utilizar la terapia intensiva, lo cual hizo aceitar aún más el mecanismo y los gastos de las derivaciones a centros privados, ahora se sumó la falta de espacios para contener tanta demanda. Ocurre que en los centros de salud privados la capacidad "se encuentra al límite", se indicó ayer desde una de las instituciones, y el hospital no es la excepción.

Ayer, la directora Rosario Villalba reconoció la existencia de la problemática, por lo cual se efectuaban intensas gestiones para "reubicar" a los pacientes y evaluar el estado de los internados por orden judicial.

El crítico panorama se acentuó ayer por la mañana, al menos para las autoridades del López Lima, por una improvisada visita de legisladores del PJ que se hicieron presentes para recorrer las instalaciones y corroborar en qué situación se encontraban. Además, dieron a conocer ante los medios algunos de los puntos salientes de un informe de una auditoría interna que habría realizado Salud Pública, donde se destaca la fuerte evolución de las derivaciones a instituciones médicas privadas.

En 2006 se efectuaron 1.726 derivaciones, en 2007 fueron 4.202 y sólo en el primer semestre del 2008 crecieron a 4.990, destacó el legislador Martín Soria, con el informe entre sus manos. Pero además, enfatizó que en el primer semestre del año pasado se derivaron a manos privadas más de 500 ecografías. "Estamos denunciando el vaciamiento del hospital. Se hacen derivaciones por todo, desde otitis hasta conjuntivitis", sostuvo. En tanto, se indicó que sólo en los dos primeros meses del año hubo 1.380 pacientes derivados.

En pleno recorrido de los legisladores -Soria, Carlos Peralta y Silvia Horne- junto a trabajadores y delegados gremiales, anoticiada de la improvisada visita, Villalba no pudo ocultar un visible malestar por la irrupción.

"Esta no es la primera recorrida que hacemos, en cada una hicimos pedidos de informes que nunca fueron respondidos por la ministra (de Salud, Cristina Uría)", señaló Horne. El objetivo, se dejó entrever, es solicitar posiblemente una interpelación a la jefa de la cartera sanitaria en el recinto legislativo.

En cada sector, se escucharon quejas sobre el funcionamiento de las diversas áreas y la escasez de profesionales. Entre otros aspectos, trabajadores denunciaron la gran cantidad de pacientes judicializados que están internados en el hospital, e internos de la alcaidía entremezclados con enfermos de Salud Mental en pabellones comunes. Allí conviven una decena de pacientes "y suele haber conflictos en forma cotidiana", se apuntó.

En tanto el titular del Sanatorio Juan XXIII, Roberto Bernardini, confirmó ayer que la salud privada se encuentra trabajando "al límite" de la capacidad a raíz de la sobredemanda, aunque sostuvo que es el mismo panorama que se viene advirtiendo desde los últimos dos años. "Estamos como siempre, superando el 80% de ocupación y siempre hay que esperar para conseguir camas, no desbordados pero las clínicas están quedando chicas. El hospital nos sigue mandando pacientes a terapia", dijo.