JUNIN DE LOS ANDES (ASM).- Las usurpaciones de tierras en esta ciudad derivaron en un eventual enfrentamiento entre vecinos y entre políticos, al tiempo que, trascendió, el juez de Instrucción Federico Sommer rechazó el pedido de un fiscal para el desalojo de los predios municipales, bajo el argumento de que no se puede iniciar una acción de esa naturaleza sin antes agotar los pasos que impone el derecho a defensa.

En tanto, trascendió que la Policía local pidió refuerzos a la Jefatura, para garantizar las medidas preventivas dispuestas por la Justicia, y que de momento hacen pie en evitar la consolidación de las ocupaciones.

Desde el costado político, el viceintendente Diego Marcovesky no dudó en relacionar las tomas con una campaña "fogoneada por algunos concejales", cuyos nombres dio a la justicia. Al pedírsele precisiones sobre los alcances de esa denuncia, prefirió aguardar hasta que la justicia se expida (ver recuadro).

Hasta ayer las tomas eran dos, e involucraban en conjunto a casi 80 familias. La primera y más numerosa se consolidó en un terreno municipal de unos 5.000 metros cuadrados, frente a la avenida Costanera. La segunda se levantó en una reserva fiscal del barrio Provincial y frente al loteo residencial Santa Julia.

Precisamente, el conflicto ganó ayer nuevos actores, cuando los vecinos del barrio Santa Julia enviaron una nota a las autoridades municipales y a la justicia, considerándose damnificados.

Unos 30 vecinos de ese sector de la ciudad se hicieron presentes en los tribunales y, al cierre de este despacho, se aguardaba una reunión con el juez Federico Sommer. En un escrito, llaman la atención sobre el hecho de que "estamos siendo invadidos por gentes que usurpan sin herramientas legales, por el simple hecho de decir que piden una vivienda digna... Pero nosotros -continúa el documento- sabemos perfectamente el sacrificio que nos demandó tener esa vivienda digna... Usurpar no cuesta nada, pero rompernos el lomo ´laburando´ es sacrificado. Esta gente espera que todo les caiga de arriba", sentencian.

"No tenemos nada contra ellos si actuaran con herramientas legales, pero no lo hacen", agregaron. Además, se quejan por la falta de higiene, los ruidos y, sobre todo, por la sensación de inseguridad a la que se ven sometidos, por la presencia permanente de "personas extrañas".

"A nadie le gustan que le miren la casa todo el día", subraya la nota, y revela que los vecinos también están dispuestos a tomar medidas en defensa de sus derechos, aunque no las precisan en el parte. Cuando este diario preguntó a uno de ellos qué alcances tenía esa advertencia, el interlocutor se limitó a señalar: "medidas que no queremos tomar pero a las que nos veremos obligados si no obtenemos respuestas...", cerraron.