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Pechos prominentes, ¿una cuestión estética o psicológica? | ||
¿Las siliconas pueden generar cáncer? ¿Aumentan el riesgo? ¿Hacen más difícil la detección de un cáncer de mamas? ¿Cuándo es beneficioso hacerse un implante mamario? | ||
El implante de prótesis mamarias siempre generó polémica. En los últimos años, algunos estudios alertaron sobre posibles riesgos mientras que otros aseguran que estas cirugías son seguras y establecen marcados beneficios. "Mucho se dijo sobre la asociación de implantes de silicona con cáncer y enfermedades del colágeno, entre otras cosas. Pero la respuesta es "no". No hay ninguna evidencia sobre el aumento de riesgo de alguna enfermedad relacionada a los implantes", le asegura a "Río Negro" Alberto Rancati, cirujano plástico y miembro de la Asociación Argentina de Cirugía. En 2004 los científicos del Instituto Internacional de Epidemiología, en Rockville, Estados Unidos, afirmaron que existen más trastornos psíquicos -baja autoestima, ansiedad y depresión, por ejemplo- entre las mujeres que se someten a cirugías plásticas que entre las que no lo hacen. Y, según este estudio, el riesgo de suicidio es tres veces más alto. Entre 1970 y 1995 se analizaron 2.761 mujeres que incrementaron sus pechos, 7.071 que los redujeron y otras 1.736 que realizaron otro retoque en su cuerpo. Los resultados indicaron que las artificialmente voluptuosas aumentaron su mortalidad, especialmente por bronquitis, enfisema y asma, además del suicidio. En ese entonces, los especialistas explicaron que "las mujeres con prótesis poseen una tendencia a beber y fumar más que otras". En 2005 un informe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), de los Estados Unidos, indicó que, a los diez años de la cirugía, tres de cada cuatro prótesis de silicona se rompieron, algo que actualmente -según los especialistas- no ocurriría debido a que los nuevos implantes son de una silicona de alta cohesividad, lo que evita el filtrado de material y, además, no es necesario cambiarlas. Por último, en noviembre de 2008, otro de los tantos estudios sugirió que las prótesis mamarias de silicona aumentarían el riesgo de desarrollar una forma poco frecuente de linfoma (cáncer que ataca al sistema linfático).
¿Cuándo sí, cuándo no?
En la Argentina se someten a una cirugía de mamas unas 10 mil mujeres al año, según la cantidad de implantes vendidos en el país por las cinco empresas líder. Ante esta situación, ¿cuándo y por qué es beneficioso que las mujeres se sometan a esta cirugía? Bien diferenciados, los motivos principales son dos: la reconstrucción mamaria pos cáncer y el aumento mamario puramente estético. "Son dos situaciones muy diferentes. La reconstrucción post cáncer está relacionado con no ver una parte del cuerpo que ya no existe. Así se evitan situaciones de angustia y tristeza, porque el registro es menos intenso ya que la mujer deja de ver la mutilación", indica Débora Meilerman, licenciada en Psicología que trabaja en la Clínica Privada Alcorta. En tanto que cuando la intervención es puramente estética, Rancati afirma: "Desde el punto de vista médico, es una cirugía innecesaria. La realidad es que ayuda enormemente a mejorar la autoestima, a balancear la figura femenina, a devolver el volumen mamario perdido pos lactancia, y a corregir cambios luego de la menopausia, entre otros tantas situaciones. Es importante saber que el objetivo es mejorar la forma y el volumen pero que la perfección no debe considerarse como una opción". Rancati advierte que no es conveniente una cirugía de este tipo en pacientes con enfermedades autoinmunes previas, con madre y abuela con cáncer mamario, con HIV, con scleroderma, lupus o artritis reumatoidea, entre otras. "Aunque nunca se demostró que los implantes puedan originar cualquiera de estas enfermedades, si podrían cambiar su curso cuando ya están establecidas. Entonces, ¿para que correr ese riesgo?", sugiere el especialista. Otra de las dudas sobre este tipo de cirugías es el riesgo a que luego sea más difícil detectar un cáncer de mama. Los especialistas dicen que esto podía ser así cuando sólo existían la mamografía y la ecografía como métodos de detección y control de enfermedades mamarias. "Hoy, gracias al avance de la tecnología, existe la resonancia magnética, la mamografía digital y otras técnicas que facilitan la detección, junto con un mayor entrenamiento de los radiólogos", subraya Rancati.
JUAN IGNACIO PEREYRA ipereyra@netkey.com.ar | ||
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