PEKÍN.- El gobierno chino impidió el acceso a los periodistas extranjeros y a los turistas a casi todas las áreas colindantes con la región del Tíbet.
Tampoco se pudieron obtener informaciones de fuentes independientes desde la región.
La comunicación telefónica con los grandes monasterios tibetanos en la misma región así como en las provincias fronterizas de Qinghai, Gansu y Sichuan está interrumpida, informó el Centro por la Democracia y los Derechos Humanos de Hong Kong.
Las tropas del Ejército están en una situación habitual de alerta.
Los habitantes de Chengdu y otras zonas aledañas informaron de una fuerte presencia policial y de numerosos camiones militares. (DPA)