WASHINGTON.- El Congreso estadounidense flexibilizó ayer las restricciones que impone a sus ciudadanos para viajar a Cuba, así como para la venta de comida y medicinas a la isla, revocando de esa manera una medida dictada en 2004 por el entonces presidente George W. Bush.
La denominada ley "ómnibus" de presupuesto nacional, aprobada en el Senado por 62 votos contra 35, decreta que no pueden utilizarse fondos públicos para restringir los viajes de cubanoestadounidenses, y permite que el régimen castrista compre comida y medicinas sin tener que pagar por adelantado, como hasta ahora.
La legislación presupuestaria por 410.000 millones de dólares para el año fiscal 2009 que se extiende hasta septiembre, había sido aprobada anteriormente por la Cámara de Representantes, por lo que ahora resta que sea firmada por el presidente Barack Obama para su promulgación.
El mandatario tiene previsto ratificar la ley, adelantó ayer el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.
Esta flexibilización es un primer paso en un cambio de postura que esbozó Obama en su campaña frente al Estado comunista, enemigo histórico de Estados Unidos y sobre el que pesa un estricto embargo desde 1962.
La nueva legislación regresa la situación a como estaba antes de 2004: ahora, un ciudadano estadounidense podrá viajar a Cuba para visitar a familiares una vez al año, en vez de cada tres años.
Ahora, el familiar no debe ser inmediato: además de a padres, hijos o nietos, se podrá visitar a primos, sobrinos y tíos. La nueva ley permite a los estadounidenses que viajen bajo esta modalidad gastar hasta 179 dólares por día en Cuba.
Antes el tope eran 50 dólares diarios. La nueva ley también echa por tierra la medida de Bush que exigía el pago adelantado en efectivo de bienes exportados a Cuba. (DPA/AFP)