NEUQUÉN (AN).- A pesar de que una estructura imponente se levanta en el terreno lindante a la Legislatura provincial, la Ciudad Judicial recién lleva cerca de un 12% de la primera de dos etapas que completarían el complejo. Sin presupuesto para terminar los trabajos en los tiempos previstos, el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Oscar Massei, tramita la solución por dos vías: la primera es lograr que el Poder Ejecutivo se haga cargo del dinero que se necesita, por lo que ya realizó gestiones y las continuará esta semana. La segunda consiste en reprogramar los tiempos de construcción, lo que implicaría una reducción en lo gastos del ejercicio.
El jueves pasado, cuando el máximo tribunal aprobó por acordada el presupuesto para el Poder Judicial quedaron expuestas las diferencias de planificación con el Poder Ejecutivo. Mientras que la Justicia previó erogaciones por 320.734.058, incluyendo una partida destinada a la construcción de la Ciudad Judicial, el Ejecutivo sólo previó 232.000.000 en el presupuesto general presentado en la Legislatura. "La situación es normal, no hay nada raro. La única diferencia que hay es que nosotros hemos incluido en el presupuesto, de acuerdo a un convenio firmado oportunamente, la obra de calle Leloir", explicó Massei respecto de la diferencia.
"Por razones de responsabilidad y porque hay una obra que hay que terminar, incluimos la partida de 88 millones. Estamos en conversaciones con el Poder Ejecutivo, habida cuenta de la rigidez que hay en los recursos, porque justamente el Poder Judicial afrontó la primer parte y le corresponde al Ejecutivo continuar", indicó Massei respecto de las negociaciones que inició el lunes con el ministro de Justicia, Trabajo y Seguridad, César Pérez. Es que el Ejecutivo tampoco contempló la obra en el presupuesto general ni en el plan de obras.
La solución que propuso Massei y que cobra viabilidad a partir del acuerdo que prestó extraoficialmente la empresa que ejecuta la obra consiste en reprogramarla. La reingeniería del presupuesto se lograría a partir de una extensión en los plazos de ejecución, sin eliminar partes del proyecto y dividiendo la inversión prevista para este año en dos partes, llevando la segunda al próximo ejercicio.