BAGDAD.- Un atacante suicida hizo estallar su carga explosiva contra líderes tribales que recorrían un mercado en una región suní al oeste de Bagdad, matando a 33 personas en lo que fue el segundo atentado de gravedad en la zona metropolitana de la capital en dos días.

La explosión es parte de una ola de violencia generalizada en momentos en que el ejército estadounidense empieza a retirar parte de sus fuerzas.

El general Qassim Moussawi, portavoz de la seguridad en Bagdad, informó que el ataque dejó además 28 heridos cuando un grupo de dignatarios, incluyendo a oficiales del Ejército, recorrían un concurrido mercado en Abu Ghraib.

Otras fuentes oficiales dijeron que de heridos llegaba a 52, entre los cuales se encontraban funcionarios, civiles, mujeres y niños en edad escolar.

Además se confirmó que un oficial de alto rango del Ejército de Abu Ghraib se encontraba entre los muertos. Dos periodistas de la televisión iraquí también estaban entre los fallecidos durante el ataque y uno estaba herido, según sus estaciones.

En el atentado del domingo, el atacante suicida detonó sus explosivos cerca de una entrada lateral de la academia de policía en Bagdad, junto a agentes que hacían fila. Además de los 32 muertos que causó, incluyendo 19 reclutas, resultaron heridas varias decenas de personas.

Los ataques eclipsaron un anuncio hecho el domingo por el ejército estadounidense, de que dejarán el país árabe unos 12.000 soldados norteamericanos, que actualmente suman unos 140.000, hasta concluir con la retirada total a finales de 2011, y otros 4000 británicos lo harán en septiembre.

Se trata del primer paso en el cumplimiento de una promesa del presidente Barack Obama para acabar con el papel de combate de las fuerzas estadounidenses en Irak para 2010. (AP y DPA)