Martes 10 de Marzo de 2009 Edicion impresa pag. 30 > Sociedad
Más de una imprudencia

El corte de la Ruta 3 habría resultado imprevisto para el conductor del Scania que impactó contra la camioneta Isuzu y desencadenó el terrible accidente cerca de Bahía.

Aparentemente, el hombre no detectó los carteles que avisaban de la obra en construcción.

No obstante, esos carteles no advertían la interrupción del tránsito sobre la cinta asfáltica. Para ello había un banderillero que se ubicaba, según trascendió, unos 50 metros antes del último vehículo de la columna.

Se cree que por la alta velocidad, frenar la mole fue imposible para Ramón Niz y el impacto fue letal para los tres ocupantes de las dos camionetas.

Ambos vehículos se doblaron en dos por la mitad, se arrollaron como dos bollos de papel. Fueron la trampa mortal para el joven matrimonio neuquino y para el muchacho bahiense. Anoche había conmoción en el barrio El Arenal de San Martín. Las víctimas eran hijos de una familia muy conocida en la ciudad.

Mientras tanto, en Bahía Blanca se repetía que fue una tragedia evitable. Tres vidas perdidas sin sentido. Había opciones. Una, detener la marcha de los vehículos y conducirlos a la banquina para que esperen el turno para pasar. Otra, avisar de la interrupción del tránsito con más banderilleros y a mayor distancia para que fueran alertando. Esta alternativa fue propuesta por un lector del sitio web de "La Nueva Provincia", quien describió que el año pasado presentó una queja ante Vialidad Nacional porque los jóvenes levantaban la bandera al primer auto, pero no en forma vehemente. "Los que venían detrás tenían que adivinar que había un auto parado", describió. (AV / ASM)

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