Martes 10 de Marzo de 2009 Edicion impresa pag. 27 > Sociedad
Exitosa feria agroartesanal en La Salada

LA SALADA (ACHM)- En este paraje, los productores se juntan y a la orilla de la ruta nacional 40 exponen y comercializan sus productos, en una feria agroartesanal que cuenta con una nutrida variedad.

Entre otros se ofrecen mote, ñaco, pan casero, las tradicionales tortas fritas, verduras recién cosechadas de la huerta, frutas, quesos, humitas, vinos, huevos y tejidos, entre otros.

El domingo en horas de la tarde se realizó la quinta feria agroartesanal en el Paraje La Salada, lugar de encuentro de productores que de esta manera cuentan con la posibilidad de mostrar su producción y que a la vez quienes concurren encuentren allí productos frescos, caseros y artesanales ayudando con su compra a la economía familiar de los lugareños.

Lo hacen en pequeños stands, aunque también hay una enramada, a la vera de la ruta nacional 40, al ingreso al paraje, donde también se escucha música campesina, se comparte mate y algunas de las delicias que allí se ofrecen.

Cuentan con el apoyo del INTA, que hizo las estructuras para los stands, realiza las capacitaciones y ejecutó los trabajos para dotar de agua al lugar, que es traída de una vertiente situada en las cercanías.

La feria agroartesanal es un éxito y recibe a muchos vecinos, especialmente de Chos Malal, que concurren allí porque saben que consiguen muy buenos productos.

La mayoría son mujeres, aunque también hay hombres como Arturo Rebolledo que en la jornada del domingo, además de sus tradicionales y conocidos vinos trajo a la feria peras, tomates, berenjenas, morrones y ají.

En el caso de Dora Lara su especialidad es el mote, el ñaco, el pan casero y las tortas fritas, mientras que Mabel Aravena vende azafrán, locro, acelga, ajo, orejones, empanadillas dulces de pera, pan dulce y también velas artesanales.

En otro stand donde se ubica Dora Méndez se pueden encontrar ajos, uvas, pickles, chauchas, choclos y cebollas, entre otros.

La joven Carolina Cides vende su pan saborizado y facturas caseras y Silvia Aravena enseña su arte de tejer a niñas y jovencitas mientras expone sus tejidos artesanales.

En el lugar no faltan los huevos caseros, los alfajores de maizena y las humitas en chala, listas para degustar.

Los vecinos llegan para adquirir los productos que necesitan y se van realmente satisfechos y dispuestos volver para comprar productos frescos.

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