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En Olivos creen que lo peor ya pasó | ||
BUENOS AIRES (ABA) . - En la presidencia sienten alivio. Confiesan, en la atribulada intimidad del poder, que la resolución 125 fue un grave error de cálculo; pero -desde que Cristina decidió intervenir directamente en la negociación con el campo creen que lo peor ya pasó. ¿Cómo entender tanto optimismo cuando en realidad las bases del campo siguen "en pie de guerra" y la imagen de la presidenta atraviesa uno de los peores momentos entre la clase media? La batalla de seducción a la clase media es una obsesión de la era K. Néstor Kirchner no pudo ganar en la Capital Federal, pese a su política de cierta precomposición salarial y promesas de mejora institucional que nunca concretó. Con Cristina siempre pensaron que esto se podía revertir, sin embargo lo que en principio era desconfianza se fue transformando en crispación personal. "Tenemos que enamorar a la gente con acciones que la vuelvan a la tranquilidad en épocas que serán difíciles por la crisis internacional", razona en su despacho uno de los fieles al credo oficialista. La apuesta es jugar con la interna de los empresarios del campo, apoyarse en la "sensatez" del titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, en contraposición con el piquetero campestre Alfredo De Angeli que según la visión gubernamental sería un alfil de Eduardo Duhalde. Mascullan bronca todavía por la última entrevista que dio Duhalde desde Roma, en la que no descartó mayor intervencionismo en lo electoral al decir que "por ahora los que presenta la oposición son todos actores de reparto". Alberto Fernández suele decir en la intimidad, ya equidistante del gobierno, la siguiente frase: "A Caruso Lombardi (técnico flamante de Racing) no me lo banco, porque sabe mucho de fútbol pero siempre quiere ganar por el camino más mezquino ". Quien le cuenta esta anécdota al periodista lanza una ironía: "¿no estará pasando lo mismo con los peronistas frente a Kirchner?". Con su libretita en la mano, el ex presidente hace proyecciones de encuestas y en todas las que maneja aparece ganando ajustadamente frente al adversario potencial de un peronismo disidente en ebullición. Su otra alternativa electoral, el todavía jefe de gabinete Sergio Massa mide varios puntos por abajo y además ya no cuenta con el beneplácito del ex presidente. Anuncios y menor exposición de la presidenta parece la nueva fórmula. En la apertura del Congreso, Cristina anunció que se inaugurarán más de 5 mil obras públicas, la mitad de las que se presupuestaron en los ocho años de kirchnerismo. Intendentes y gobernadores observan escépticos. ¿Irá Kichner entonces? Las fuentes gubernamentales dicen lo mismo que cuando lanzaron a Cristina candidata a senadora, en el mismo distrito cuyas disputa fue bautizada por el fanático Carlos Kunkel, como "la batalla de todas las batallas". "Esta vez también va en serio, Néstor es nuestra única posibilidad para ganar y también la mas riesgosa" dicen en el gobierno.
HORACIO CARIDE (ABA) | ||
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