SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En la audiencia donde se debate la causa por tentativa de homicidio calificado de la ciudadana estadounidense Tracy Mollet, esta mañana se aguarda con especial expectativa la declaración de las primeras personas que se acercaron a auxiliar a la víctima y tomaron contacto con el único acusado, Patrick Tansy.
Sus testimonios serán valorados por el tribunal de la Cámara Primera y las partes para determinar si el imputado era consciente de lo que hacía y sucedía, y si corresponde declararlo responsable de los hechos que le adjudican, y que ocurrieron hace más de un año.
A Tansy le atribuyen haber atentado contra la vida de su esposa, con la que tiene dos hijos de 6 y 8 años de edad y convivía, pese a la existencia de una orden de exclusión del hogar y a hallarse sentimentalmente separados, de acuerdo al relato de la víctima y de un testigo.
El hecho se produjo a las 16 del 7 de enero de 2008 en el barrio privado Valle Escondido, cuando, según la acusación, Tansy logró que su esposa se sentara en el asiento del conductor del Jeep que guardaba en el garaje, le colocó el cinturón de seguridad, la ajustó con una cuerda y derramó un líquido inflamable antes de prenderle fuego con un encendedor.
También le aplicó dos golpes en la cabeza con una maza, e intentó estrangularla con sus manos para evitar que saliera del auto, pero habría dejado de apretarle el cuello cuando el fuego también alcanzó sus manos y comenzó a prenderse fuego lo que también le provocó lesiones.
No es el primer episodio de violencia familiar que le atribuyen, ya que la jueza Marcela Trillini excluyó del hogar luego de la denuncia por agresión al hijo de su esposa, en agosto de 2006.
Los Tansy ingresaron al país en 2002 con una criatura de poco más de un año y dos chicos de 13 y 15 años del anterior matrimonio de Tracy, y se afincaron en San Isidro, donde nació otro hijo de la pareja.
Al año siguiente la familia se trasladó a San Carlos de Bariloche, donde construyeron su vivienda y planificaron el futuro, pero el carácter irascible del cabeza de familia trascendió el ámbito doméstico e hizo testigo de su conducta al vecindario.
Vale recordar que la Corte Suprema del estado de Oregón pidió la extradición de Tansy por tenencia ilegal de arma de fuego, pero el juez Rodolfo Canicoba Corral le concedió la libertad bajo caución juratoria, porque ese delito se sancionaba con pena de un mes a un año de prisión.
Después tomó intervención el juez Leónidas Moldes y el 22 de mayo de 2005 concedió la extradición de Tansy, pero dentro del tiempo previsto su abogado apeló ante la Suprema Corte de Justicia y se desconoce el resultado de su presentación.
La falta de resolución de esa situación impidió que Tansy obtuviera la residencia definitiva en nuestro país, de la que sí gozan su esposa y los tres hijos de Tracy nacidos en los Estados Unidos.