Noam Chomsky es uno de los más originales pensadores contemporáneos. Su prestigio es el resultado de sus estudios sobre lingüística, especialidad de la cual es profesor emérito en el Instituto de Tecnología de Massachussets en Cambridge, y de sus polémicas intervenciones como intelectual independiente, en el terreno de la política.
Semanas atrás, invitado a dar su opinión sobre los aspectos más controvertidos de la actual política exterior de los Estados Unidos, y de los riesgos y desafíos que pesan sobre la nueva administración de ese país, Chomsky se pronunció con la claridad y la franqueza que lo caracterizan.
Así, no tardó en señalar que en nada le sorprende que, sin solución de continuidad, y pese a la retórica pacifista ensayada durante la campaña electoral, Obama haya aceptado la doctrina de Bush, según la cual los Estados Unidos pueden bombardear Pakistán a su antojo. En tal sentido, recordó que luego de la asunción del nuevo presidente se han producido situaciones de gravedad en la provincia de Bajaur, fronteriza con Afganistán. Entre otros, el bombardeo de una escuela en la que murieron entre 80 y 95 personas.
También se refirió al problema que envuelve a Israel y a Palestina, afirmando que a su entender existe un principio de solución expedita a la cuestión, similar a la ensayada por Gran Bretaña en Irlanda, en el caso del IRA. En consonancia con aquélla, Israel debería frenar sus repetidos crímenes en los territorios ocupados para que, a su vez, disminuya la violenta reacción que esas muertes provocan. Sin embargo, destacó que esa posibilidad ni siquiera está en la agenda del nuevo presidente.
Subrayó, además, el cinismo con el cual se argumentó la necesidad de que no se contrabandearan armas a través de los túneles ubicados en la frontera de Egipto y la Franja de Gaza, las cuales iban a parar a manos del Hamas. Tal cosa, por cuanto el nuevo presidente nada explicó todavía acerca de la generosa entrega de armas harto más letales que su país continúa poniendo en manos de Israel.
Recordó, en ese sentido, que en pleno ataque a Gaza el Pentágono anunció el encargo a un barco alemán para transportar 30.000 toneladas de material de guerra a Israel. Y que si finalmente ese envío no llegó a destino, se debió a la sola circunstancia de que el gobierno de Grecia le impidió su tránsito.
Según Chomsky, el Pentágono estaba para entonces perfectamente enterado de que Israel planeaba atacar la Franja de Gaza y luego interrumpir el ataque antes de la toma de posesión, para que Obama no tuviera que manifestarse al respecto. Y remarcó que la propia administración norteamericana reconoció que ese material se usaría para preparar el futuro terreno de las fuerzas estadounidenses.
A su entender, el sistemático abastecimiento militar se hace pensando en el largo plazo, lo que significa la extensión y el refuerzo del papel de Israel como base militar estadounidense en el vértice mismo de la mayor región productora de petróleo del mundo.
Sin embargo, aclaró que si alguna vez se interrogara a las autoridades acerca de las razones de tal opción, pues entonces responderían que obedecen a propósitos defensivos y a la necesidad de lograr la estabilidad regional. La verdad es otra: se trata de crear una infraestructura militar apta para preparar y consumar ulteriores agresiones.
La situación en Irán, otro de los escenarios conflictivos para la nueva administración de Obama, también fue abordada por Chomsky. Recordó que el presidente se ha limitado a expresar que "todas las opciones están abiertas" al respecto. No obstante ello, ninguna señal indica que la nueva administración se apreste a seguir los pasos que la población norteamericana desea imprimirle al problema.
Población que ha estado durante años mayoritariamente de acuerdo con el Movimiento de los Países No-Alineados en que Irán debería tener los mismos derechos garantizados a los signatarios del Tratado de No-Proliferación Nuclear a desarrollar el uso de la energía nuclear. No el derecho a desarrollar armas nucleares.
En tal sentido recordó que un porcentaje similar, entre el 75% y el 80% de las personas encuestadas, se ha mostrado en favor de la instauración de una zona liberada de armamento nuclear en la región. Lo cual comprende a Irán, pero también a Israel y a toda fuerza estadounidense allí desplegada.
En momentos turbulentos y en relación con cuestiones no siempre adecuadamente comunicadas, las intervenciones de Noam Chomsky suelen aportar un poco de luz y realismo. No es poca cosa en tiempos de esperanzas colectivas, dobles discursos y política internacional.
MARTÍN LOZADA (*)
Especial para "Río Negro"
(*) Juez Penal
Catedrático UNESCO en Derechos Humanos, Paz y Democracia por la Universidad de Utrecht, Países Bajos.