VIEDMA (AV)- Julieta Vinaya, la madre de Atahualpa Martínez, el joven que fue asesinado el pasado 15 de junio en esta capital, se encadenó ayer a la casilla de su hija en la que "Ata" estuvo trabajando hasta el día de su muerte.

La mujer tomó la decisión a raíz de que la Municipalidad al pretender regularizar la tenencia precaria de los terrenos usurpados en el denominado barrio 30 de Marzo, realizó un sorteo y otorgó el lote en cuestión a otra familia que ayer pretendió tomar posesión del mismo. "Este era el terreno que tomó Atahualpa y donde estaba construyendo la casilla para su hermana. No me pienso mover de acá hasta que se lo otorguen a mi hija. No aceptamos que le den otro lote, porque éste involucra además una cuestión afectiva", dijo ayer por la tarde la mujer a este medio, rodeada de familiares y amigos.

El joven fue asesinado hace casi 9 meses y hasta ahora existen pocas pistas que conduzcan a su victimario. El muchacho de 18 años, al igual que su madre, desarrollaba un trabajo social en los barrios humildes. Por aquellos días además de colaborar con su hermana en la toma, ayudaba a otros vecinos a levantar casillas. Lo mataron de un disparo por la espalda en la madrugada del día del Padre.