Cipolletti jugó un muy buen partido en Pergamino, mereció traerse los tres puntos, pero apenas fue uno sólo el que sumó en su visita a Juventud (1-1).
El equipo de Domingo Perilli celebró la igualdad casi como un triunfo porque, a pesar de ser muy superior a su rival durante casi todo el partido, se chocó con un penal en contra y el consiguiente el 0-1 a cargo de Giamarchi, cuando apenas iban dos minutos de juego.
El albinegro recién pudo convertir en la recta final del partido, a través de Ávila. El delantero hacía apenas un minuto que había ingresado a la cancha y en la primera que tocó, a los 33 del complemento, mandó la pelota a la red.
El punto estiró a dos puntos la diferencia entre Cipolletti y su perseguidor, Santamarina de Tandil (46). Ahora el albinegro lidera con 48 puntos, claro que si esta tarde el equipo tandilense le gana a Brown de Madryn desalojará a los de Perilli de lo más alto.
Dominio albinegro
A pesar de la temprana desventaja, Cipolletti fue claramente superior a Juventud. Tuvo siempre el dominio de la pelota y del campo. Sus volantes se manejaron con mucho espacio para crear juego, en cambio de lo que adoleció fue de precisión al momento del último pase.
A las 24 minutos del complemento, un confuso episodio en el área visitante, antes de un córner, terminó con las expulsiones del defensor Diego Aguilar, de Juventud, de Raúl Ruiz, el "1" cipoleño.
Aguilar habría dado un supuesto cabezazo a Martínez, se generó un revuelo y Ruiz salió como loco desde y lanzó otro cabezazo, que tampoco llegó a ningún lado. Pero la roja ya se la había ganado cuando empezó a correr hacia el lío.
El incidente confundió algo a Cipolletti, pero rápidamente se recuperó. Ávila apareció en el área local y con una palomita, casi a ras del suelo, se anticipó al arquero Vázquez Espagnol para empatar el juego y darle a Cipoletti un punto. Pero merecieron ser los tres.