El final de a poco se va acercando. Muchas preguntas necesitan respuesta y éstas van llegando en la quinta temporada de "Lost", que vuelve mañana, a las 20, a la pantalla de AXN y que hoy tendrá un preestreno en alta definición en DIRECTV, también a las 20.
En las cuatro temporadas anteriores se planteó un universo amplio, con muchas derivaciones y personajes que se fueron construyendo y mostrando episodio a episodio a través de diferentes recursos narrativos de acuerdo con las necesidades de la historia y el momento. Del uso del flashback para reflejar el pasado de los personajes y sus cruces, muchas veces desconocidos para ellos mismos, se pasó al flashfoward, que situaba las acciones en un presente-futuro.
Ese recurso fue sorprendente y durante la cuarta temporada dividió las tramas en dos: la de los que se quedaron en la isla y la de los "Oceanic Seis" -Jack, Kate, Sayid, Hurley, Sun y Aaron-, los que pudieron salir.
En la quinta temporada el tiempo es la clave. Un tiempo no lineal que "salta", avanzando y retrocediendo.
Después de que Ben movió la isla al final de la temporada anterior, las cosas para quienes se quedaron en ella se tornaron más extrañas y peligrosas aún. El tiempo va y viene y ellos tendrán que adaptarse para poder sobrevivir. Allí dos serán quienes lleven las riendas: Sawyer (Josh Holloway), que toma el lugar de líder, y Daniel Faraday (Jeremy Davies), quien tratará de poner la parte racional usando sus conocimientos científicos. Un tercero tendrá un papel especial y sus desplazamientos serán fundamentales para la trama de esta temporada.
Los "Oceanic Seis" tampoco la pasan bien. Sabrán que los que se quedaron están en peligro y la culpa -y también asuntos pendientes- los llevará a buscar la manera de regresar para cambiar su situación. Ahora, ¿cómo hacerlo?
El único que sabe cómo lograrlo es Ben (Michael Emerson), y confiar en él es casi impensable para ellos. Él les asegura que todos tienen que regresar, incluso los que salieron furtivamente como Desmond (Henry Ian Cusick) y Locke (Terry O´Quinn) -a quien se vio muerto en el último capítulo de la cuarta temporada-, al que deberán trasladar en un ataúd.
Las relaciones entre los "Oceanic Seis" no son las ideales; como se vio el año anterior, muchas sospechas y rencores se fueron acumulando entre ellos. La vida fuera de la isla no fue como esperaban, las decepciones resultaron mayores que las alegrías y en algunos de ellos comienza a crecer la necesidad de vengarse. El miedo y la carga de haber dejado a sus compañeros atrás los atormenta.
El que los desplazamientos temporales sean la constante de esta temporada puede hacernos suponer que la confusión será mayor, pero no. A través de ellos los guionistas encontraron la manera de dar respuesta a algunas de las dudas que se fueron sumando durante los años anteriores y revelan la mitología de la isla. Enriquecen la serie haciéndola más dinámica y muestran una parte que todos queríamos conocer: el accionar, la historia y la caída de la Iniciativa Dharma.
Ahora la cuestión será ver si los diecisiete capítulos del 2009 mantendrán atrapados a sus seguidores y si las respuestas que se den llenarán las expectativas de los fanáticos después de tantas especulaciones o los decepcionarán.
Sea como sea, este año todo es cuestión de tiempo.
SILVINA FERNÁNDEZ
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