SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los concejales rechazaron sobre tablas en la última sesión el proyecto presentado por Silvia Paz y Alfredo Martín (Frente Grande) para "abrogar" la polémica ordenanza que privatizó el tratamiento y limpieza de los baños químicos en los colectivos de larga distancia.
La negativa impuesta por mayoría de 8 votos a 3 cerró el paso en forma definitiva a los intentos de mantener el monopolio del Estado municipal sobre el servicio sanitario, un reclamo que también formuló el SOYEM sin mayor resultado.
Ahora Martín y Paz prometieron esperar la publicación y entrada en vigencia de la ordenanza para impulsar su impugnación por vía judicial.
La controvertida norma fue aprobada en diciembre pasado sin mayor debate y ratificada en febrero tras un veto parcial del intendente Cascón.
Por otra parte, según observaron los ediles del Frente Grande, el proyecto requería un tratamiento en "doble lectura" porque representa la privatización de una "función" municipal, según lo establece el artículo 43 de la Carta Orgánica.
El salteo de ese paso y del pedido de opinión escrita al Ejecutivo (impuesto a su vez por el artículo 29 del reglamento interno del Concejo) ya habían sido señalados por el concejal Martín, pero sus pares no le hicieron lugar.
En manos de las empresas
La sanción de la ordenanza habilita a las empresas de transporte a vaciar e higienizar los baños químicos en sus propias instalaciones, que deberán contar con habilitación del municipio y el DPA. Ese servicio es prestado desde hace 17 años en la plazoleta fiscal, por la que obligadamente deben pasar todas las unidades.
Una nota previa al veto del intendente que presentó el director de Tránsito y Transporte José Alonso señalaba que resignar el poder de policía en materia de baños químicos puede generar un alto riesgo sanitario y significa "ceder ante el reclamo de las corporaciones del transporte".
El concejal Martín recordó durante el debate que "está demostrado que los empresarios maximizan sus ganancias y no les importa el bienestar de la gente ni su salud". Aun así no pudo convencer a sus pares.