El aumento de los controles en las rutas no fue suficiente para modificar las conductas de los automovilistas durante el verano.
Una evaluación realizada por un grupo de especialistas entre enero y febrero determinó que más de la mitad de los vehículos superó los límites máximos de velocidad, incluso llegando al extremo de los 200 kilómetros por hora.
El informe del Cesvi se concentró en el tránsito sobre sobre las rutas 2, 3, 9, 11 y 12, en un radio comprendido entre los 200 y 400 kilómetros de Capital Federal. Los vehículos censados fueron más de 4.000 y se analizaron camiones, micros, autos y camionetas.
En este sentido, el 43% de los camiones excedió la velocidad máxima permitida de 80 km/h. Los excesos de velocidad más preocupantes se encontraron en los camiones mosquito (transportan autos nuevos a las concesionarias).
Respecto de los micros de larga distancia, el 78% superó la velocidad de 90 km/h y, como dato anecdótico, los días de mayor índice de infracción fueron notoriamente los de cambio de quincena y los fines de semana. "Evidentemente con el afán de cubrir la demanda estival se hace la vista gorda a los excesos de velocidad para que lleguen lo antes posible a destino y salgan rápidamente con un nuevo viaje", explicaron desde el Cesvi. Asimismo, si bien desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial comunicaron la incorporación de GPS en las unidades de transporte, no hubo cambios en el comportamiento de los choferes.
En cuanto a los automóviles se pudo observar que el 80% de los conductores superó las velocidades máximas y más de un 40% lo hizo en extremos demasiado peligrosos. Llegaron a detectar varios vehículos con velocidades cercanas a los 200 km/h.
"Es indudable que la realidad vial de este verano no ha cambiado en mucho a la de años anteriores. Los puestos de control fueron visibles pero en muy pocos casos efectivos. Si bien se ha percibido un mayor control, la mayoría fueron puestos fijos de chequeo de documentación y no detenían a los conductores que no respetaban las leyes de tránsito", señaló Fabián Pons, gerente general de Cesvi Argentina.
Algo para destacar es que sobre la Ruta 2 la conducción de autos particulares fue algo distinta a la de años anteriores. "Hemos detectado un alto cumplimiento a las velocidades máximas. Esto sin dudas tiene que ver con la comunicación permanente en los medios sobre los nuevos radares pero notamos que en cuanto el conductor transitaba por alguna de las zonas donde no había controles, comenzaba nuevamente a infringir la ley", se indicó.
"Con esto vemos que no hay conciencia del conductor sino que sólo actúa cuando puede verse perjudicado legalmente. Evidentemente se necesitan controles permanentes y efectivos para mejorar el nivel de siniestralidad en un corto plazo", puntualizaron.