VIEDMA (AV)- El fiscal Juan Peralta pidió entre dos y tres años de prisión en suspenso para cinco de los siete miembros de un grupo guardiacárceles rionegrinos acusados de vejaciones contra cinco detenidos que pretendían fugarse de la Alcaidía de Viedma.
El defensor general Marcelo Chironi señaló contradicciones de los internos que dijeron ser golpeados y, en cambio, observó "relatos unívocos, sin fisuras y sin equivocaciones" por parte de los policías acusados.
Inicialmente, ante los jueces Jorge Bustamante, Pablo Estrabou y Francisco Cerdera, el fiscal Peralta reconoció que en un primer hecho "la fuerza desplegada ha sido necesaria para evitar la fuga" de cinco internos de la vieja Alcaidía de Viedma.
Insistió que "las lesiones leves y mínimas no son sino consecuencia de la fuerza lícita en cumplimiento de la función para evitar la fuga" y subrayó que la violencia es justificada en el cumplimiento del deber, en lo relacionado a la primera parte del procedimiento, por lo cual no acusó a los siete policías.
En cambio, indicó que las circunstancias posteriores son motivo de reproche penal y que las intervenciones de gran parte del grupo de policías son configurativas de un delito penal.
Solicitó al tribunal penas de dos años de prisión en suspenso e inhabilitación por el doble de tiempo para desempeñar funciones penitenciarias para tres efectivos, de dos años y seis de prisión en suspenso para un oficial a cargo de los procedimientos y de tres años de prisión en suspenso e inhabilitación para un quinto guardiacárcel que "ordenaba actuar".
A todos les reprochó estar incursos en aprovechamiento de la discreción de funcionarios públicos.