NEUQUÉN (AN).- Los trabajadores del sistema público de Salud, docentes, las Madres de Plaza de Mayo, los obreros ceramistas, y pacientes que dieron su testimonio y pidieron soluciones para la crisis, abrazaron ayer simbólicamente al hospital Eduardo Castro Rendón, afectado por la falta de inversión en insumos y las renuncias de médicos que impactan en el nivel de sus prestaciones.
La marcha tuvo lugar poco antes del mediodía, a pocas horas de la renuncia del subsecretario de Salud Claudio Ferrón. A esta dimisión hicieron alusión en varios discursos de los que se dieron ayer frente a la entrada de la institución.
"Acá no se trata de cambiar muñecos. Lo que importa es cambiar las políticas. Implementar una que elimine el déficit de inversión por una que está destruyendo el sistema", dijo César Dell´Alli, del sindicato médico.
"Si alguien va a ocupar un lugar, debe preocuparse por invertir. No hacen falta más discursos. Los hospitales están abiertos, los está cerrando el gobierno", agregó.
En la marcha también participaron pacientes, algunos de ellos en silla de rueda, otros ayudados con bastones. La marcha, breve pero contundente, sobre todo por su poder simbólico, y el hartazgo que canalizó en los sectores no pertenecientes a gremios y organizaciones políticas, se limitó a dar una vuelta a la manzana del hospital.
"Yo le digo al gobernador que acá hay profesionales de primera. A mí me salvaron la vida; estuve cinco días internado. Vivo gracias a este hospital. Por favor traigan respuestas", dijo un hombre mayor, Oscar Herreros, que se sumó a la movilización.
Otro hombre, Antonio Elgueta, denunció crudamente que la falta de urólogos del hospital provocó que esté peregrinando por varios hospitales: tiene cáncer de próstata; está con una sonda que constantemente los enfermeros deben cambiarlo. "Quiero que me curen definitivamente", pidió.
También hubo otros pacientes que dijeron haber votado a este gobierno, y que están decepcionados por el deterioro de la calidad de las prestaciones.
El delegado de ATE, Baltasar Álvarez, coincidió con Dell´Alli en que "los cambios de nombres deben venir de la mano de soluciones, de nada sirve sólo un rostro nuevo". El nuevo subsecretario es Gustavo Curtino. A él y al ministro Daniel Vincent, sobre quien también arrecian los rumores de renuncia, le tocará resolver una etapa crucial del conflicto: días atrás dimitieron cuatro cirujanos del hospital Neuquén.
Los médicos y el gobierno también saben que hay una crisis de conducción.
Los reclamos salariales, por otra parte, se topan de frente con los constantes pronunciamiento del gobernador Jorge Sapag de que las cuentas provinciales están en rojo.
