JARTUM.- El presidente de Sudán, Omar el Bechir, denunció ayer el "neocolonialismo" occidental al justificar la expulsión de más de una decena de organizaciones no gubernamentales internacionales de Darfur, acusadas por Jartum de colaborar con la Corte Penal Internacional (CPI).
Al menos 13 ONG han sido conminadas a abandonar el país a raíz de la orden de detención lanzada el miércoles por la CPI contra el presidente sudanés por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Estados Unidos y la Unión Europea exhortaron al gobierno de Jartum a reconsiderar su decisión, que amenaza el envío de una ayuda humanitaria vital para cientos de miles de civiles.
"Hace 20 años que estamos bajo la presión del neocolonialismo y de sus instrumentos como la CPI, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el Fondo Monetario Internacional" (FMI), recalcó Bechir en un duro discurso ante más de 10.000 manifestantes concentrados en el centro de Jartum.
El presidente confirmó la expulsión -que se anunció la víspera- de diez ONG activas en Darfur, donde está activa la misión humanitaria más importante del mundo, según la Oficina de Coordinación de los Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
"Expulsamos a diez ONG porque violaron las leyes del país y no respetaron sus mandatos", explicó Bechir en un consejo de ministros.
Otras ONG podrían sufrir la misma suerte, previno el jefe de la Comisión sudanesa de Asuntos Humanitarios (HAC), Hassabo Mohammed Abdu Rahman, al tiempo que acusó a la decena de organizaciones ya expulsadas de haber "colaborado" con la CPI.
La ONU anunció el jueves por la noche que otras tres ONG fueron invitadas a irse de, con el que la cifra total de organizaciones expulsadas es de 13.
En Nueva York, Ban Ki-moon afirmó en un comunicado que esas expulsiones corren el riesgo de "causar daños irreparables en las actividades humanitarias" de Darfur, donde la guerra civil en curso desde 2003 ha causado 300.000 muertos, según la ONU -10.000 según Jartum-, así como 2,7 millones de desplazados.
A semejanza de Ban, Washington y la Comisión Europea exhortaron a Jartum a reconsiderar su decisión. En este sentido, el departamento estadounidense de Estado consideró que incluso va "contra los propios intereses de Sudán". "Cientos de miles de vidas están en juego", dijo el portavoz de la Comisión Europea para los temas de ayuda humanitaria, John Clancy.
Las ONG expulsadas son las francesas Solidarités y Action contre la Faim (ACF), Médicos Sin Fronteras (MSF-Francia y Holanda), el Consejo Noruego de Refugiados, las estadounidenses Care, IRC, Mercy Corps y CHF y las británicas Oxfam y Save the Children. "Representan cerca de la mitad" de los programas de la ONU sobre el terreno, explicó a la AFP un alto responsable de la ONU que pidió el anonimato.
"Eso tendrá un impacto inmediato en el envío de la ayuda humanitaria" a Darfur, se subrayó.
Las agencias de la ONU, entre ellas el Programa Mundial de Alimentos (PMA), suministran víveres y ayudas a 4,7 millones de personas en Sudán, 2,7 millones de ellas en Darfur. (AFP/DPA)