El fútbol argentino es el menos previsible del mundo, ya no hay dudas de ello. La cuarta fecha es elocuente: el viernes a la tarde había cuatro punteros y 50 horas después, es decir el domingo a las 20:30, eran tres los líderes, pero completamente diferentes.
Es más, lejos de lo que sucede en grandes ligas como las inglesa, italiana o española, ninguno de lo que conforman el trío de vanguardia es de los denominados "grandes". Es muy pronto para hablar de favoritos, pero es realmente meritorio lo que hicieron hasta aquí Gimnasia de la Plata, Lanús y Arsenal.
En el "Lobo" ya se habla de un antes y un después desde la llegada de Leonardo Madelón. Las estadísticas señalan que con el ex DT "canaya" en el banco cosechó 27 puntos en 18 fechas, contra las 36 que sumó el "Tripero" en toda la temporada 07/08; le descontó nada menos que 20 puntos a Central y lo pasó en la tabla de promedios, mientras que a Racing le sacó 13 y ya lo igualó en la carrera por no descender.
Antes de Madelón pasaron cinco técnicos en dos años (Troglio, Kuzemka, Maturana, Falcioni y Sanguinetti) y ocurrieron "catástrofes" como el 0-7 ante Estudiantes. El entrenador asumió en octubre ´08 y rápido promovió a Fabián Rinaudo, un ´5´ criterioso y con presencia.
Apoyado en la solvencia de la defenda y de Sessa (en los 11 partidos del Apertura con Madelón recibió 4 goles), Gimnasia soprende por la presión que imponen sus volantes y por el "punch" de su ataque (Romero, Messera, Piatti, Niell, Sosa).
Si bien Arsenal no tiene problemas con el fantasma de los de abajo y en tiempos contemporáneos fue protagonista tanto en el ámbito doméstico como fronteras afuera (campeón de Sudamericana 2007), el equipo de Daniel Garnero no se enloqueció cuando emigró su gran estrella, el Papu Gómez, armó un equipo sólido y austero, intentó desprenderse del estigma de ser el "club del presidente" (Julio Grondona) y le hizo creer a Luciano Leguizamón que es un jugador diferente, con una pegada magnífica. Habrá que ver si a lo largo del torneo consigue ser más el atrevido conjunto que ´paseó´ al "Pincha" en el primer tiempo y se aleja del timorato que se vio en el Viaducto en los 45 finales.
La actuación de Lanús hasta aquí es menos llamativa que la de los otros dos punteros. Pero si bien es cierto que el "Granate" es uno de los equipos más regulares del último lustro (campeón del Apertura ´07) y ostenta una gestión institucional que es ejemplar, hay que reconocer la enorme tarea de este plantel y del cuerpo técnico. Porque juega en los dos frentes, hace debutar a pibes como Marchesín y Lugo, le da descando a varios de sus estandartes (Bossio, Velázquez), rota los demás (Salvio, Baleri, Viglieri, Blanco) y está bien arriba en el despertar de este Clausura.