VIEDMA (AV).- La deuda flotante de Río Negro rondaría entre 100 y 120 millones de pesos. La mayoría de ese pasivo quedaría destinado al pago con bonos provinciales, con vencimiento en el 2018.
La utilización de los títulos reafirma la crisis financiera del Estado.
Anoche, Hacienda definía el cronograma salarial de febrero de los estatales, que comenzaría el próximo viernes para concluir el fin de semana del 15 y 16 de marzo. Hacienda acordó con el Banco Patagonía un plan de adelanto de fondos que le permita cumplir con los 140 millones de remuneraciones públicas.
El esquema del pago en bonos fue adelantado por el gobernador Miguel Saiz en el mensaje legislativo del domingo. En Hacienda todavía se evalúa el sistema y, además, los montos alcanzados a partir del corte de la consolidación de esas oblgiaciones pendientes. Fuentes gubernamentales estimaron que actualmente la deuda flotante rondaría entre 100 a 120 millones, especialmente por compromisos con proveedores y constructoras.
Mientras tanto, el gabinete se reunió anoche para confeccionar los instrumentos financieros anunciados por Saiz, como la unificación de las cuentas bancarias del Estado y, también, la consolidación de deudas, con la opción de pago en bonos.
Desde hace un año, el ministro de Hacienda, Pablo Verani peregrinó -sin ningún resultado- por la obtención de un decreto de Saiz para concentrar el manejo de las más de 800 cuentas bancarias del Estado rionegrino, incluyendo aquellas de las sociedades y organismos descentralizados. El domingo, el mandatario anunció ese "fondo unificado" bancario, pero resta el alcance de la norma, lo cual, prevé otro debate especial en el gabinete.
Por su parte, el gobernador también avaló "la consolidación de la deuda flotante, a través de la efectiva entrega de títulos públicos en el marco de los bonos garantizados de la provincia". Así lo precisó Saiz en su mensaje en la Legislatura. Hacienda dispone de la habilitación técnica de Economía nacional, igualmente falta precisar qué pasivos tendrá ese tratamiento, como también, las características de la cancelación.
La iliquidez de los últimos meses determinó que el Estado rionegrino acumulara más deuda con los proveedores, las constructoras y, entre otros, los prestadores. Fuentes gubernamentales estimaron la deuda flotante entre 100 a 120 millones.
Con la vigencia de su legislación, Río Negro mantiene la posibilidad de emitir Bogar II, creados en el 2002 y con un plazo de 16 años, es decir, con vencimiento en el 2018. Las últimas emisiones fueron destinadas a municipios y acuerdos extrajudiciales. En el último tiempo, el Estado nacional restringió la utilización de los títulos en las provincias. Ahora, Economía reactivó esta posibilidad y Río Negro podrá emitir nuevos bonos.