El día después siempre desnuda las miserias ocultas del que pierde y relativiza las virtudes del que gana. El éxito maquilla las máculas dejadas por las ¿ya viejas? derrotas, y el que ayer era un equipo sin rumbo hoy muta en candidato al título. Al derrotado ya nadie le ve virtudes, que seguramente reflotarán cuando el triunfo vuelva a golpear su puerta.
Antes del clásico contra River, el ´Ciclón´ navegaba en un mar de dudas y el ´millonario´ era un canto a la felicidad. Se hablaba de la resurrección de la ´banda´, del iluminado ´Ogro´ Fabbiani, capaz de trasformar un equipo sin gracia en uno con dicha y fortuna.
Antes del domingo, San Lorenzo venía de perder tres partidos de manera consecutiva (entre Clausura y Libertadores) y ya todos por Boedo miraban de reojo la continuidad de Miguel Ángel Russo al frente del plantel.
Hoy, después de la memorable goleada por 5-1 del ´Santo´ sobre el ´Millo´, River vuelve a ser un equipo sin alma, reapareció la desdicha y Fabbiani volvió a estar gordo. Como si la semana pasada no lo estuviese...
Bajo las mieles del éxito, Fabbiani es "un goleador grandote, que siempre fue así". Ayer, Néstor Gorosito declaró que el ´Ogro´ está excedido de peso y que debe tener disciplina en la dieta.
"Yo no pretendo que se ponga en 92 ó 93 (kilos) que era lo que tenía en Lanús sino que llegue a 97", se sinceró Gorosito y agregó: "En Newell´s jugaba con 96". Algunos afirman que Fabbiani pesa más de 100 kilos. La semana pasada también los tenía, pero...ser figura tiene sus privilegios.
En la otra vereda, Miguel Ángel Russo tuvo otra predisposición ante la repentina primavera luego de estar dos semanas en el ojo de la tormenta.
"Veníamos de una semana negativa y la clave era confiar en nosotros mismos. Ni antes estábamos tan mal, ni ahora tan bien. Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando para buscar el equilibrio que nos falta", declaró el entrenador, mucho más cerca de la realidad.
Hoy San Lorenzo está en todas las tapas y país futbolero entero habla de su contundencia. Ya nadie se acuerda que este es el mismo equipo que perdió ante el humilde Godoy Cruz. Así es fútbol nuestro de cada día. La gloria o Devoto, sin escalas.