BUENOS AIRES (Télam).- El cantaor Enrique Morente culminó la Bienal de Flamenco con una entrañable versión de "Chiquilín de Bachín", interpretada junto al poeta Horacio Ferrer, en el porteño teatro Alvear, devenido en tablao, donde tributó un "abrazo al tango" sensible, áspero y bello.
"Chiquilín de Bachín" ya había conmovido en la noche sabatina a unas 5.000 personas que en la Avenida de Mayo y a cielo abierto celebraron "Omega", la obra de Morente y grupo de rock Lagartija Nick sobre la poesía de Federico García Lorca y Leonard Cohen.
Morente brindó antes de anoche en el Alvear lo mejor del flamenco clásico y tradicional cantado en ronda austera gitana con la compañía de guitarras, cajón, bailaores y cantaores. "Tratamos de centrarnos en el ´cantejondo´ por malagueñas", dijo en susurros el cantaor al público para entonar coplas dolientes y sentidas: "Hay hermana no llores/ que en la casita de los pobres/ nunca reina la alegría".
Como culminación de un doble espectáculo de dos horas, Morente convocó al escenario al pianista argentino Cristián Zárate para un motivo musicalizado por el bandoneonista Rodolfo Mederos.
Luego Leo Sujatovich "endiabló" el piano al fundirlo con la voz de Morente en dos poemas granadinos y uno en medio del escritor Jorge Luis Borges ("Jorgelui, dicho con cariño"). Ingresó entonces el flautista Julián Vat y el poeta Ferrer para "el valsesito con sabor a fábula porteña" musicalizado por Astor Piazzolla sobre el motivo de un chico de la calle vendedor de rosas en el tradicional restaurante porteño de la Buenos Aires de los 60. Y fueron las lágrimas para un paisaje que se reactualiza en la ciudad de hoy, que sigue dando albergue a artistas sensibles que la interpretan y que, afortunadamente, quedó en registro sonoro para el acervo de la mejor música ciudadana.
La semana flamenca que desde 1979 se realiza en Sevilla llegó a Buenos Aires para esta edición organizada por el gobierno de la Ciudad y la Embajada de España. La Bienal comenzó el martes pasado con las monumentales bailaoras Merche Esmeralda, Belén Maya y Rocío Molina, y una recepción de Morente en la Embajada de España en la que el músico presentó un diccionario del género, una biografía y tres discos de antología.