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Corridas, peleas y empujones en la calle | ||
VIEDMA (AV).- Corridas, peleas, empujones y momentos de tensión se vivieron en el exterior de la Legislatura, protagonizados por afiliados a la Unter, Sitrajur y ATE, militantes del radicalismo y la Policía, mientras en el interior el gobernador, Miguel Saiz, daba su discurso inaugural de las sesiones ordinarias. En un primer momento un grupo de manifestantes radicales se hacía oír frente a las escalinatas. Varias manzanas alrededor del palacio legislativo estaban bloqueadas por vallas y policías que pedían acreditación a quienes intentaban trasponerlas caminando. Un grupo de unos 400 docentes logró burlar esos vallados y cuando traspuso el último, en la esquina de San Martín y Belgrano, se abrieron las puertas de la Legislatura y se permitió al grueso de los manifestantes del oficialismo ingresar al edificio con bombos, banderas y pancartas. Los pocos que quedaron afuera cruzaron golpes con dirigentes gremiales y debió intervenir la Policía para que las escaramuzas no pasaran a mayores. Mientras duró el discurso reinó la calma, hubo bombas de estruendo y cánticos, pero no violencia. Cuando el gobernador culminó, los manifestantes empezaron a ubicarse en las posibles salidas y volvieron los empujones con la Policía. Finalmente Saiz terminó saliendo oculto en un Monza bordó de la Policía por la parte de la Legislatura que se encuentra en obra, sobre la calle Saavedra. Empezaron así escraches a los funcionarios oficialistas que los manifestantes alcanzaban a reconocer. Al ministro de Educación, César Barbeito, lo corrieron varios metros cuando era retirado en el Monza, al ex gobernador Pablo Verani se le complicó la salida en una pick up blanca de la Policía, que al salir rauda casi impactó con varios manifestantes. El titular de la Unter, Marcelo Nervi, convocó a los afiliados y megáfono en mano ratificó las medidas de protesta, tanto el paro por tiempo indeterminado como el corte de ruta en Chichinales. Tras otros escraches y más corridas en las calles céntricas de la capital, al mediodía, con la dispersión voluntaria de los manifestantes regresó la calma y el domingo recobró su ritmo particular. | ||
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