En medio de una protesta protagonizada por un centenar de manifestantes, el intendente Jorge Ferreira debió inauguró el XX Período de Sesiones Ordinarias del Concejo Deliberante. Mientras reclamaban por la regularización de la política de tierras en las tomas, el jefe comunal le respondió denunciando la intolerancia que los rodea.
Al tiempo que formulaba su promesa de asistir con 1,2 millones de pesos a los habitantes de la toma denominada 30 de Marzo para instalar servicios básicos, desde la calle se escuchaba el cántico popular “el pueblo está presente” y se agitaban carteles exigiendo “luz y agua antes del invierno”.
Haciendo referencia a los indicadores actuales y perspectivas futuras que a su criterio provocarán “una merma en los recursos coparticipables”, anticipó que se acentuarán las políticas de austeridad y de persecución a grandes morosos.
En el mismo sentido, anticipó un replanteo en el Impuesto al Baldío para conseguir nuevos recursos y eliminar excesos inmobiliarios especulativos.
El intendente ingresó al recinto legislativo a través de un patio interno del edificio que la municipalidad comparte con Vialidad Nacional, y así evitó el contacto con los manifestantes. Utilizó la misma vía para regresar a su despacho.
Agencia Viedma del Diario Río Negro.-