El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, inició ayer el período legislativo 2009 con críticas al gobierno nacional.
El mandatario abrió las sesiones ordinarias con un llamado al diálogo a los docentes porteños y la oposición, aunque apuntó contra la Casa Rosada, a la que acusó de perseguir objetivos "electoralistas". En ese sentido, advirtió que a "la crisis financiera mundial se suma al bloqueo del gobierno nacional de la legítima capacidad de la ciudad de conseguir financiamiento, generando un panorama oscuro en este rubro para el 2009".
"La educación pública y gratuita para todos es una prioridad para este gobierno", dijo Macri ante los diputados porteños y, si bien admitió que "ha habido mucha conflictividad" ante el inicio del ciclo lectivo afirmó que apostará "al diálogo".
Por otro lado, se quejó por el hecho de que la administración nacional haya impedido que la ciudad se endeudara y dijo que se trata de una "ofensa a los vecinos", a quienes les pidió "paciencia" para cumplir con sus promesas.
"A esta altura no se entiende (esa negativa a emitir un bono), salvo que uno piense que se trata de una cuestión electoralista", subrayó el jefe de Gobierno.
Macri destacó en su discurso la creación de la Policía Metropolitana como "un hito en la historia de la ciudad".