NEUQUÉN (AN).- A la madrugada, con una veintena de empleados en la calle, la municipalidad comenzó con la mudanza de la feria del trueque que desde hace siete años todos los sábados ocupaba cada metro cuadrado del pasaje Vuelta de Obligado. Al mediodía, 680 puestos todos numerados se ordenaron a lo largo de unos 250 metros a un costado de la calle Independencia, en los estacionamientos que alguna vez estaban a cargo de Lalcec.

"No fue sencillo, algunos feriantes quisieron instalarse con sus vehículos sobre la vereda. Otros querían estar al lado de alguien con quien siempre estuvieron y otros quisieron meter carros en el estacionamiento. Pero se ordenó", afirmó el director de Comercio Pablo Piccinini ayer durante una recorrida que realizó junto al subsecretario de Medio Ambiente Juan Carlos Roca y el intendente Martín Farizano.

La feria que surgió como una suerte de club del Trueque reúne a unas 2.000 personas que conforman 680 puestos. Se vende de todo y se troca mercadería.

Se trata de la mayor feria franca de la ciudad y circulan como mínimo unas 20.000 personas de todas las clases sociales. Los feriantes venden discos compactos en todos los formatos que contienen música, cine y hasta cursos jardinería. También se comercializan ropa, útiles escolares, zapatos, panchos., artesanías, bicicletas, macetas, celulares, fundas de celulares y todo tipo de frutas y verduras.

"Esto es el tallo de lo que queremos que sea un árbol de sólidas raíces", afirmó Hernán Ingelmo, miembro clave del Consejo Asesor Económico, Social y Planeamiento de la municipalidad.

Ingelmo siguió todo el proceso de traslado de la feria del trueque. Lleva un año de trabajo.

"Hay gente que no está conforme, vecinos que no quieren a la feria en este lugar. Es un proceso, y hay miedos. Es lógico, también tienen miedo los feriantes y lo tiene el Estado", dijo.

Los puestos están ubicados entre Buenos Aires y terminan casi Córdoba, siempre sobre el Parque Central, en el lugar de los estacionamientos.

El paseo es abierto, se ha descomprimido. Y así presentado no se entiende cómo es que tanta gente y tanto bulto cabía en Vuelta de Obligado, un espacio ahora vallado. Para asegurarse un lugar, la gente dormía en el lugar a veces desde el viernes a la noche. Como cada lugar está numerado, "la gente puede llegar a las siete de la mañana sin temor a que no tendrá espacio", comentó Ingelmo quien no durmió para que todo salga bien. Para el funcionario la feria deberá transformarse en un paseo.

"Más de un tercio de los feriantes está tributando, otros se sumarán como monotributistas, todos tendrán su mesón y su gazebo. Se ha capacitado a muchos de los feriantes en manipulación de alimentos, agregó.