Domingo 01 de Marzo de 2009 Edicion impresa pag. 22 > panorama neuquino
Números que no cierran
Empresarios, comerciantes y organizaciones gremiales pujan por beneficios y mayores recursos. El gobernador Jorge Sapag quería mostrar, tras un año de gestión, una provincia diferente. Eso no sucederá.

Todos están sacando cuentas y a nadie le cierran los números. El gobierno provincial presentará mañana el presupuesto y los responsables de los poderes Legislativo y Judicial esperan que el Ejecutivo muestre los suyos para ver cómo diagraman los gastos del 2009.

La dirigencia de los gremios estatales aspira a una recomposición salarial que no tiene chance de prosperar en el escenario de crisis que describe el gobernador Jorge Sapag, excepto que el gobierno nacional contribuya con un fondo especial para apagar incendios en las provincias.

Los empresarios y comerciantes quieren que se declare la emergencia económica y piden que el Estado les garantice un piso de compra de sus productos y mercaderías, y les ayude a refinanciar deudas con la banca provincial, además de obtener una moratoria impositiva, entre otros beneficios y promociones.

El sector petrolero, motor multiplicador de la economía neuquina, muestra a sus primeras víctimas con una legión de empleados en sus casas mirando el techo y cobrando salarios reducidos, y a un gremio de tradición negociadora pero de impredecible comportamiento cuando se presenta a una batalla sindical.

Sapag rendirá cuentas hoy ante los diputados de lo hecho durante el 2008 y presentará un modesto programa de objetivos a cumplir durante este año.

El plan de obra pública por 400 millones de pesos será el plato fuerte para movilizar recursos y, aunque el proyecto de construcción de Chihuido sigue formalmente en pie, en el gobierno se plantean dudas respecto del interés que despierta esta obra en el nuevo contexto nacional e internacional.

Sapag hará un esfuerzo dialéctico para que la sociedad comprenda la profundidad de los problemas que deberá enfrentar su gestión a medida que avance el 2009.

Las palabras del gobernador estarán dirigidas, aun sin nombrarlos, a las conducciones de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) y de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

El gobierno esperaba mayor comprensión en la dirigencia del gremio de los docentes que en la de los estatales, pero esto no sucedió. Ambas organizaciones ya están en pie de guerra y, como suele ocurrir, los conflictos se saben cuándo empiezan pero no cuándo ni cómo terminan.

ATEN, que ya había anunciado el año pasado que las clases no iban a comenzar si el gobierno no ofrecía una mejora salarial, empezará mañana un paro de 72 horas.

La medida de fuerza no sorprendió más que por su extensión porque la huelga no se iba a desactivar sin dinero de por medio. ATEN les achaca a las autoridades provinciales que ni siquiera ofreció una suma modesta como para avanzar en la discusión.

El ciclo lectivo comenzará formalmente mañana con un acto en Aguada Florencio, un pequeño paraje del interior ubicado cerca de Zapala. Hasta ese sitio de difícil acceso para las protestas se trasladará el gobernador.

El sistema de salud es el otro gran problema. Esta semana las autoridades del hospital Castro Rendón, el más importante de Neuquén por su alta complejidad, dieron a conocer un crudo diagnóstico de lo que sucede y de las consecuencias que acarrea la renuncia de los cirujanos.

"Estamos ante la ruptura del sistema sanitario", describió el director del hospital Adrián Lammel, quien además protestó porque los funcionarios del área no dan respuestas.

La cartera sanitaria vivió el año pasado una crisis que afectó a sus cuadros de conducción. Hubo una inocultable puja entre el ministro Daniel Vincent y el subsecretario Claudio Ferrón; hasta se habló de renuncias.

Finalmente se cerró un pacto para seguir adelante, pero parece que las consecuencias de aquella disputa aún siguen vigentes.

Una fuente oficial dijo que "por ahora" no está pensado ningún cambio en el gabinete.

La versión sobre modificaciones en el equipo de Sapag volvió a surgir en momentos en que reaparece el conflicto en Salud.

 

El presupuesto

Los números de la provincia vienen en caída. En Hacienda hay silencio aunque se conocen algunos detalles, como por ejemplo una reducción de ingresos en los impuestos.

El dato llegó a través del Poder Judicial, que recibe información sobre la proyección de sus ingresos para el 2009.

El Poder Judicial se sustenta con recursos de la coparticipación de impuestos. Le corresponde el 18%. Una fuente de la Justicia dijo que en octubre Hacienda había calculado que esos ingresos representaban 208 millones para el 2009, pero ahora esa cifra fue corregida y lo esperado se ubica en 199 millones.

Para la Justicia, esa diferencia es de alto impacto porque los recursos que provienen de la ley de autarquía se utilizan para financiar el 95% de los gastos y son fondos que mayormente se destinan al pago de los sueldos de los empleados.

Si cae la recaudación de impuestos provinciales, hay menos coparticipación federal y no se fija un piso mínimo en el precio del petróleo para obtener un ingreso de regalías similar al del año anterior, el escenario puede ser más complejo que el que se describe desde el gobierno.

Sapag aspiraba a llegar al primer año de gestión gobernando una provincia diferente de la heredada. Con una apertura al diálogo quería atenuar el conflicto social. Pero eso ya no sucederá y ahora el gobernador comenzó a jugar otro partido.

 

GERARDO BILARDO

gbilardo@rionegro.com.ar

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