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Presente de furia | ||
Sin rumbos, la Unter corta rutas y Saiz busca auxilio en Nación. Radicales a la ofensiva: Chironi -como Piccinini- enfrenta al oficialismo. | ||
Una sombra de furia se instala en Río Negro. Y tiempo no hay. El gobernador Miguel Saiz descubrió que su presente misión es concretar un auxilio de Nación. El conflicto docente se nacionaliza y el duelo con la Unter favorecerá a su objetivo frente al gobierno de Cristina Fernández. Trabajo convocará a las paritarias para esta semana, procurando un lapso que permita una respuesta federal. Una revelación política también detectó Saiz: cada día lo encuentra más abandonado. Percibió esa verdad frente a la comodidad con la que el ex diputado Fernando Chironi vapuleó a su gobierno en una cita partidaria. Colmado de "oficialistas", la asamblea careció de réplicas a Chironi. "La prioridad es el pago de salarios", siempre repitió Saiz. Pequeño universo para un programa provincial. No existió propuesta y la Unter contrarrestó con un paro por tiempo indeterminado, que potenció con el corte de rutas. Saiz apuntaló su estrategia en nacionalizar el conflicto. Parece que lo consiguió: mañana serán 11 provincias las que no tengan clases por paros docentes. Lo hizo de la peor manera al despreciar cualquier diálogo con el gremio. Un plan de dilación que concluyó con los docentes en las rutas, que -como siempre- es un atropello a todos. Ambos asisten a esa violencia, uno por omisión y otro por acción. La interrupción vehicular en la Ruta 22 afectó la producción, el turismo y la cotidianidad rionegrina. En enero fue el turno de los trabajadores frutícolas, que hoy celebran el resultado de un escandaloso "laudo" hecho a medida. Ahora, la Unter retomó esa ira carretera con sus pedidos salariales. No hay conflicto simple cuando la disputa acaba con el espacio público. El reclamo llega a los caminos, pero se ignora cuándo se va. El gobierno inmoviliza a la policía. Hay órdenes judiciales que nadie cumple y los magistrados parecen meros observadores. La violencia flota libre de culpas. Raro cosmos gremial. Se multiplican las huelgas provinciales, pero CTERA acepta el plan K de un monto inicial de 1.490 pesos. La Unter exige otro 40% por la "zona austral". Educación abrirá la paritaria con aquel mínimo establecido -paradójicamente- en una discusión reglada por un Estado nacional carente de escuelas. El contexto es desfavorable. Así, Saiz cumplirá hoy otro mensaje legislativo. Usará el inestable mundo para explicar los males presentes y advertir de los escollos por venir. Tiene razón: Río Negro radica en este planeta. Pero el silencio gubernamental reinaba cuando la globalización inundó de recursos a la provincia, cuyas ventajas aún se desconocen. Lo diga o no, el gobernador abriga una inquietud: las finanzas, como reservas de los haberes públicos. Cree que un incumplimiento salarial podría derrumbar todo. Fue con el contador Pablo Verani y le reclamó plata al ministro Carlos Fernández. Le pidió que se redujeran los plazos de desembolsos del Programa de Asistencia, previsto en 12 cuotas mensuales de 23 millones. La cuota de febrero fue depositada el último día hábil, es decir, el viernes. Los salarios comenzarán a pagarse entre viernes y lunes próximos con esos 23 millones transferidos. Llegó la ocasión para que tanta fidelidad al kirchnerismo tenga su réplica. Esa lealtad -hasta ahora- pocos logros arrojó. El jueves, la presidenta avaló el préstamo educativo del BID. Hubo arrumacos de éxito, pero hay que ser serios: la Legislatura ratificó ese convenio hace ocho meses y, desde entonces, el oficio rondó por todos los despachos nacionales. Educación todavía espera el llamado licitatorio para las primeras obras, que se preveían para octubre. Hace un año, en el anterior mensaje legislativo, Saiz adelantó que en el 2008 se cumpliría el primer desembolso. No existen motivos para festejar esa tardanza. Hay señas políticas irrebatibles para Saiz. En un escenario partidario, en Río Colorado, Chironi calificó al gobierno de "mediocre", con "falta de ideas y de gestión", sin reaccionar ante las denuncias de corrupción. Pocos radicales antes se animaron a tanto en un ámbito que surgía tan oficialista. El local congregaba a un ministro (Juan Accatino), al vicegobernador Bautista Mendioroz, al senador Pablo Verani, al aún presidente del bloque Daniel Sartor y al presidente de la UCR, Jorge Pascual. La mudez fue un claro aviso al despacho gubernamental. Chironi exteriorizó un viejo pensamiento y lo embanderó en la reubicación del sector orgánico en las antípodas del oficialismo. Ambos radicalismos no coincidirán en la próxima elección. El ex diputado -que piensa en su postulación parlamentaria- conjeturó en sumar a un sector del oficialismo, puntualmente a Mendioroz, quien tiene -como él- afinidad con la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Hace algunos días, el vicegobernador le adelantó que hoy no está dispuesto a romper y que no cuente con él para la compulsa de octubre. No entiende a Saiz y cada día tiene más contrastes, pero Mendioroz descree que sean épocas de alejamientos. Aprecia para sí cada respaldo a su proyecto del 2011 y, especialmente, lo valora de la estructura estatal. Chironi y los orgánicos no estarán con el gobierno provincial y ese desapego se sabrá cuando la semana próxima se intenten conformar las listas de unidad en los comités seccionales. No hay un exclusivo atajo para los orgánicos. La intervención no está descartada, siempre que quien la aliente sea el mandamás del Comité nacional, Gerardo Morales. Poco a poco, Chironi diseñará un fuerte rol opositor. Estará enfrente otro ex oficialista que bien sabe de recovecos del poder. Aflora cuando el gobierno ya sufre las andanzas de la ex legisladora radical Ana Piccinini, hoy defensora del Pueblo. El viernes, Piccinini reiteró sus críticas en la Legislatura. No recurrió a ambigüedades y remarcó que "hay corrupción" en la administración rionegrina. El bloque oficialista sólo escuchó y nadie contestó. ¿Lo hará hoy Saiz? Aquella pasividad tuvo parte de estrategia, y otra parte fue una postura interna. Esa displicencia se advirtió en Río Colorado, cuando el oficialismo presente apreció que no se siente partícipe de la gestión provincial. Esgrime intrigas y planes para despegarse de un gobierno que comparte y goza. El gobernador lo detectó. "Estamos solos", confesó a uno de los que todavía confía. Quiere revertir ese cuadro, pero sus señales son confusas. Un mal momento financiero para tantas tramas internas. La culpable actual es la economía. Pero la exacerbación esconde otras cosas.
ADRIÁN PECOLLO adrianpecollo@rionegro.com.ar | ||
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