La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el vicepresidente Julio Cobos cumplieron hoy rigurosamente el protocolo que los obligaba a saludarse al ingreso de la Jefa de Estado al Parlamento, donde estrecharon las manos fríamente aunque evitaron agregar gestos de tensión a su nula relación.
El titular del Senado esperó a la jefa de Estado en el Salón Azul del Congreso flanqueado por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, y el senador José Pampuro para darle la bienvenida en nombre de las cámaras que representan la democracia, pero sólo recibió un rápido saludo de manos, sin posibilidad de intercambiar palabras.
La Presidenta ingresó al Parlamento saludando con besos a casi todos los diputados y senadores justicialistas que integraban las comisiones de recepción, pero se volvió más formal y distante a la hora de saludar a las autoridades de las cámara que encabezaba el vicepresidente.
Casi a la carrera, la Presidenta miró y estrechó la mano del vicepresidente, gesto que no había realizado desde el 30 de julio cuando lo recibió en una tensa reunión en la Casa de Gobierno, días después del voto "no positivo" de Cobos en el proyecto de las retenciones móviles.
Los pocos segundos que dedicó a saludar al vicepresidente, también lo usó para saludar a los dos dirigentes justicialistas y tras una urgente firma de sólo dos trazos en dos libros que guardan las rubricas de los presidentes que van al Congreso, prosiguió el camino hacia el recinto de la Cámara de Diputados.
Cristina Fernández partió rauda hacia la cámara baja, seguida de funcionarios del gobierno nacional y dejando atrás y a Cobos que se distanció de ella, sin poder intercambiar comunicación alguna con ella.
DyN.-