En su traumática relación con Bariloche, el gobierno provincial debe lidiar desde hace años con la convicción instalada de que esta ciudad sufre postergaciones de todo tipo en materia de inversión pública.

Existe allí una de las pocas cuestiones en las que oficialistas y opositores comparten el diagnóstico. Los segundos subrayan los alcances del "abandono" y los primeros buscan con poca suerte algún atenuante . Pero nadie se atreve a desmentir que la provincia arrastra con Bariloche varias deudas sin saldar.

Hace casi dos años Río Negro ganó el derecho a ser sede de los próximos Juegos de la Araucanía y decidió convocar en la ciudad de los lagos. En materia de hoteles, aeropuerto y comunicaciones sobra con lo que está disponible, pero la cita binacional aparecía además como una oportunidad única para que la provincia recomponga relaciones con Bariloche y desarrolle infraestructura deportiva que la ciudad nunca tendrá sin iniciativa directa del Estado.

De las obras propuestas, sobresalió desde el primer momento la pista sintética de atletismo. Un proyecto caro y complejo, pero que podría instalar a la ciudad como centro de referencia en toda la Patagonia para uno de los deportes básicos del olimpismo.

La expectativa generada por la obra no sólo entusiasmó a los atletas, entrenadores y dirigentes locales sino que se extendió también a otros ámbitos ajenos al deporte.

Pero esa expectativa hoy tambalea en la cornisa porque la provincia dejó pasar casi todo el verano sin poner en marcha las obras y a poco más de 8 meses de los Juegos el predio que debe albergar la pista luce todavía como un baldío abandonado.

En los últimos días, los funcionarios consultados aseguraban que la obra está programada, pero que la orden para el comienzo de los trabajos "debe darla el gobernador".

Ante la presión de la comunidad local, surgió entonces desde Viedma la nueva promesa de que Viarse comenzará la próxima semana con los movimientos de suelo y al mismo tiempo iniciará gestiones para subcontratar los trabajos más complejos. Por cuerda separada la provincia deberá licitar la compra del solado sintético. Toda la inversión ronda los 6 millones de pesos.

En el mejor de los casos, si la obra tome velocidad, disfruta de un otoño seco y prolongado y cuenta con flujo suficiente de fondos, la pista estará lista sobre la hora misma de las competencias. La zozobra resultante suma otro capítulo a las deserciones de un gobierno provincial que no invierte en deporte y que relega la planificación.

Legisladoras oficialistas como Nelly Meana y Graciela Di Biase aseguraron que "está la decisión política" de construir la pista en Bariloche. Pero no tranquilizaron a nadie.

El subsecretario de Deportes del municipio, Juan Pablo Muena, tomó nota de los nuevos anuncios aunque no les dio mayor crédito "hasta que vea las máquinas en el terreno". También el presidente del Consejo Asesor del Deporte de Bariloche, Milan Magister, se mostró cauto con las novedades. "Nosotros siempre tomamos muy en serio el proyecto de la pista y queremos que la gente que promete también lo tome en serio", advirtió.

Tanta palabra devaluada hizo mella en los gestores locales del proyecto, que el pasado martes confluyeron en un masivo encuentro en el Centro Cívico para exigir respuestas a la provincia.

El intendente Marcelo Cascón dijo ese día que le habían prometido difundir "un cronograma de trabajo" antes del fin de semana e insistió en que la ilusión de la pista sigue en pie.

Aseguró también que los Juegos son "muy importantes" para Bariloche y valoró especialmente la movilización de los dirigentes deportivos de la ciudad . A sabiendas de los bueyes con los que ara, llamó a sostenerla en el tiempo "porque habrá otros obstáculos que vencer".

Algunos dirigentes deportivos dudaron antes de sumarse al reclamo público porque incomodar "al poder" -admitieron- podría dejarlos al margen de futuras ayudas oficiales para sus clubes o disciplinas. Pero la dejadez y el destrato pudo más y decidieron "salir al ruedo" porque ven cernirse el papelón.

Aquellos que trabajan todos los días en el deporte amateur están acostumbrados a depender de los aportes del Estado y no quisieron quedar como víctimas de nuevos incumplimientos.

Todos recordaron que La Pampa fue sede de los juegos en 2007 e invirtió 40 millones de pesos en infraestructura. Subrayaron que aun cuando el presupuesto de Río Negro sea más modesto "hay que cumplirlo porque existen responsabilidades asumidas".

Es posible que la historia tenga final feliz, pero a medida que la ansiada pista tome forma será aconsejable seguir con atención los trabajos, porque con demasiada frecuencia detrás de la obra ejecutada de apuro aparece el presupuesto amañado, el sobreprecio y la falta de transparencia.

Un gobierno provincial que no duda en poner esfuerzo y recursos al servicio de un rally internacional o que invierte millones en hipódromos y autódromos, bien podría por una vez demostrar un interés parecido en el deporte de base y desmentir a los convencidos de que -dados los antecedentes- la pista de atletismo es un proyecto inverosímil.

DANIEL MARZAL

dmarzal@rionegro.com.ar