La búsqueda de soluciones a la recesión que agobia al comercio internacional tendrá a partir de hoy un nuevo capítulo cuando se reúnan en Bruselas los líderes de la Unión Europea.
Será el momento de volver a debatir los reclamos de mayor proteccionismo que hacen las grandes empresas de los países más poderosos del mundo ante la fuerte retracción de las ventas por la crisis mundial. Pretenden que se reduzcan las importaciones para poder presevar los puestos de trabajo y disminuir la caída de las ventas, en una medida que se choca de bruces con la globalización instalada en los años ´90.
Es un tema crucial y por eso se debate en los diarios del viejo mundo. Entre ellos el prestigioso medio español "El País", que en su edición on line de ayer señaló que los jefes de Estados y de Gobierno de la Unión se reunirán para suturar las fisuras que la crisis comienza a crear en el edificio comunitario, tensionado por fuerzas proteccionistas y muy necesitado de pruebas de solidaridad.
Señaló además el medio madrileño que la cita tiene carácter informal por lo que no saldrán de ella decisiones ejecutivas.
"Por perogrullesco que parezca, el mensaje es ver que los jefes se reúnen y mostrar que queremos coordinarnos y actuar juntos", explicó una fuente diplomática.
La cumbre fue convocada por la presidencia checa de la UE después de que el presidente francés Nicolas Sarkozy anunciara un plan de ayuda al sector del automóvil francés que la República Checa calificó de proteccionismo inaceptable, por violador de los principios de la Unión y por lesivo a sus intereses como primer fabricante de coches en el Este de Europa.
El primer ministro checo, Mirek Topolanek, también quería salir al paso de las ideas de Sarkozy de celebrar una reunión extraordinaria de los líderes de la eurozona, a la que la República Checa no pertenece. En un ejercicio de representación de unidad, Sarkozy y Topolanek se reunirán a tres con el primer ministro sueco, próximo presidente de turno.
El almuerzo plenario irá precedido de una reunión de los nuevos socios de la UE convocada por el primer ministro polaco, Donald Tusk.
Por su parte, los medios franceses restaron trascedencia a las diferencias y aseguraron que las reuniones a 27 tienen la ventaja de que nadie se queda fuera y se abordan en común cuestiones que afectan a todos.
Siempre de acuerdo con "El País", esta cumbre extraordinaria girará en torno a cinco grandes temas: la estabilización financiera, el apoyo a la economía, con el objetivo de coordinar las medidas de ayuda planteadas a escala nacional, ratificar la vigencia del Pacto de Estabilidad, que exige un control de gasto público y del déficit y la solidaridad entre los países, en particular ante los más afectados y ante los que no están cubiertos por el euro. El quinto ítem es la puesta en común de ideas ante la reunión convocada en abril en Londres por el Grupo de los 20.
Por otro lado, diversos analistas señalaron que ante las advertencias que se harán contra la tentación proteccionista, Francia adelanta que el proteccionismo se produce cuando se cierran las fronteras a las importaciones y cuando se discrimina por criterios de nacionalidad. "Siempre se han pedido contrapartidas a una empresa cuando se le ha brindado una ayuda", dijo una fuente francesa a "El País". "En este caso la ayuda estaba supeditada a que los fabricantes de coches no cerraran plantas en Francia".