El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, rechazó hoy el reclamo de instaurar la pena de muerte para quienes cometen asesinatos, formulado por la conductora Susana Giménez tras el crimen de un colaborador, al sostener que ese tipo de condena "nunca va a morigerar el delito".
Tras el crimen en Lomas del Mirador, en la tarde del viernes, de Gustavo Lanzavecchia, allegado a la animadora, Giménez afirmó que "el que mata debe morir", y pidió terminar "con la estupidez de los derechos humanos".
Esta mañana, Fernández respondió a ese reclamo de la popular conductora al sostener: "No soy partidario de la pena de muerte, lo he dicho cientos de veces. Soy partidario de la lucha despiadada contra la inseguridad y esto tiene que ser investigado, y encontrarse el responsable", enfatizó en declaraciones a radio Mitre. Hay que "seguir la investigación, determinar quién fue el responsable y sancionarlo con toda la dureza", exigió Fernández.
Por su parte, desde San Juan, Giménez buscó aclarar que no está a favor de la pena de muerte para delincuentes, pero terminó criticando a las organizaciones de derechos humanos, a las que aconsejó que "se metan en las villas, donde se venden las drogas que enloquecen a los chicos".
Durante una conferencia de prensa en San Juan, a donde viajó en calidad de madrina de la Fiesta Nacional del Sol, la popular animadora admitió que sabía que "la frase iba a traer cola. Lo dije, estaba re-caliente y dolida, porque Gustavo era una persona muy importante en mi vida. Es injusto, como otras tantas muertes", aclaró.
Tras remarcar su condición de "católica", la protagonista de "La Mary" quiso explicar: "No quiero la pena de muerte, pero tampoco quiero que si un tipo es un sádico y mata, tenga un mes de cana porque tiene 18, 15 ó 16 años. Eso no es normal. Para mi, el que mata tiene que morir, pero eso no es la pena de muerte", sostuvo.
"La gente no puede vivir encerrada y los ladrones sueltos. En Buenos Aires está todo mal, si no nos unimos y exigimos nuestros derechos... El pueblo argentino siempre ha sido muy manso, en otros países la gente reacciona más. La mayoría del país piensa como yo", aseguró Giménez.
En esa línea, dijo que "todo el mundo sabe dónde se vende la droga que enloquece a los chicos de las villas. La policía y las autoridades. Que siga existiendo eso es un crimen, un crimen de lesa humanidad. Ahí tendrían que ir los de los derechos humanos a meterse, porque están matando a toda una generación", afirmó.
En la tarde del viernes, Lanzavecchia fue asesinado a puñaladas, y un policía también fue herido con un arma blanca, durante un asalto en una vivienda de la localidad de Lomas del Mirador, partido bonaerense de La Matanza, en un intento de robo.
Esta vez, a diferencia de lo que suele suceder, Elisa Carrió, referente de la opositora Coalición Cívica, coincidió con el ministro Fernández, al mostrarse en contra del polémico comentario de Giménez. "Hacerse cargo de la seguridad de la Nación no es imponer la pena de muerte, sino combatir las organizaciones delictivas y trabajar muy fuerte en políticas sociales".
Con todo, se desmarcó al sostener que "es imposible en un Estado y Gobierno corrupto explicarle a la personas que no deben robar si los de arriba roban. Sólo una gran política de combate al delito puede empezar a bajar los niveles de delincuencia y junto a una política social que reconstruya a la familia", concluyó.
Fuente: DyN