LOS ÁNGELES (DPA).- La marihuana está de nuevo sobre la mesa. El debate arrancó a principios de esta semana cuando el asambleísta de San Francisco Tom Ammiano presentó un proyecto de ley para legalizar el uso de esta droga para uso recreativo en California.
De convertirse en ley, el "estado de oro" sería el primero de la nación en despenalizar su uso. La propuesta colocaría a la marihuana en el mismo estatus que el alcohol. Las personas con más de 21 años podrían cultivar, comprar, vender y poseer cannabis, algo que está prohibido a nivel federal.
El político demócrata Ammiano asegura que los impuestos y las tarifas recaudadas de dicha regulación podrían traer miles de millones anuales a los fondos del Estado en un momento en que los ingresos continúan cayendo. Aunque Ammiano considera viable esta propuesta bajo la administración de Barack Obama, la Casa Blanca informó que el mandatario no está a favor de la legalización de la marihuana. Ammiano insiste en que el resultado sería "bastante saludable para California y su economía". Según un estudio realizado por la Junta para la Igualdad, el Estado podría recaudar unos 1.300 millones de dólares al año por ingresos tributarios y una tarifa de 50 dólares por cada onza de marihuana vendida de forma legal. El análisis también concluye que la legalización de la marihuana reduciría su valor actual en mercado en un 50 por ciento y aumentaría el consumo de la sustancia en un 40 por ciento.
California es un estado conocido por su tolerancia con temas liberales. En 1996 los californianos aprobaron el uso de la marihuana para usos médicos a través de la Proposition 215. A pesar del fuerte apoyo de los ciudadanos, la propuesta podría enfrentar fuerte oposición en Sacramento. Allí se encuentran los grandes detractores del proyecto: "Tenemos suficientes problemas ahora cuando la gente no está a cargo de sus cinco sentidos", indica John Lovell, representante la Asociación de Oficiales por la Paz en California, con sede en Sacramento.