La Argentina y los Estados Unidos exhibieron ayer gestos conjuntos de distensión tras el incidente generado a raíz de un informe del director de la CIA, León Panetta, que había incluido a la Argentina entre los países cuya estabilidad estaba en riesgo por la crisis internacional.
El canciller Jorge Taiana recibió al embajador norteamericano, Earl Wayne, quien había sido convocado para que bridara explicaciones sobre el informe, que había sido calificado por el gobierno argentino como una "inaceptable injerencia" en los asuntos internos de la Argentina.
"El embajador Wayne reiteró lo dicho el jueves por el Secretario de Estado Adjunto Thomas Shannon, en el sentido de que los comentarios del Director de la CIA no fueron una expresión de la opinión del gobierno de los EE.UU. sobre la Argentina", explicó la embajada a través de un comunicado.
Al fundamentar la reacción argentina, Taiana advirtió también sobre la necesidad de tratar con responsabilidad los pronósticos sobre los efectos de la crisis. Ambos coincidieron luego en destacar la importancia de la agenda común que reunirá a la Argentina y los Estados Unidos en la cumbre del G20, el 1 y 2 de abril en Londres, y la V Cumbre de las Américas el 17 y 18 de abril en Trinidad y Tobago. En la misma tónica de distensión, también se destacó la necesidad de la coordinación y cooperación internacional para enfrentar la crisis económica global y se acordó avanzar en una agenda común. (DyN)
