Viernes 27 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 30 > Policiales y Judiciales
Muchos intereses cruzados

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- Después de que declarara el que fuera presunta víctima y la mujer que vive con él en una causa por secuestro agravado, el fiscal Enrique Sánchez Gavier consideró que la conducta desplegada por los imputados era atípica, que no hubo una situación de riesgo para el denunciante, y que en la causa se mezclan cuestiones de intereses sucesorios y propiedad de animales.

El fiscal Guillermo Lista les imputa a Cristóbal, Juan Bautista y Cristian Riquelme, de 67, 42 y 21 años respectivamente, y a Sergio Castillo, de 40 años, que a las 17 del 30 de agosto de 2005 se presentaron en el campo de la sucesión Riquelme, que fuera propiedad de un tío del primero y está ubicado en el paraje Cerro Alto, y allí tomaron por la fuerza a Héctor Carriqueo, lo arrojaron al interior de la caja de la camioneta conducida por Castillo.

Posteriormente lo encerraron en una habitación de la casa de Cristóbal, donde éste y Juan Bautista Riquelme le dieron una paliza "para que saliera del campo y no siguiera viviendo más allí", y lo mantuvieron encerrado hasta el día siguiente.

Durante la audiencia se estableció que Carriqueo fue criado por los dueños del campo, a la vez tíos de Cristóbal Riquelme, y que a la muerte de ellos se hizo cargo de la administración Raúl Riquelme, hermano mayor de Cristóbal, quien les habría pedido a los acusados que llevaran a la presunta víctima a Comallo, para que lo trataran de su adicción alcohólica.

Ayer, durante su exposición ante la audiencia, Carriqueo dijo que hoy era él quien administraba el campo, reivindicó su derecho sucesorio y sostuvo la acusación, pero reconoció que en Comallo los Riquelme le sirvieron mate y comida, y le entregaron ropa para que se cambie y se bañe, y también que la habitación donde lo alojaron tenía una ventana, y que no se había ido porque no quiso.

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