Dos derrotas consecutivas no son fáciles de digerir para un equipo como Boca, tan acostumbrado a los momentos felices. El domingo ante Huracán, los de Carlos Ischia están obligados a salir de su letargo y su jugador símbolo, Juan Román Riquelme, dejó ayer una frase que es casi como un mandamiento: "Es la hora de despertar, ni siquiera sirve el empate".
"Nos está costando bastante y el domingo no podemos ni empatar, porque los de arriba pueden escaparse. Sabemos que esto es largo y necesitamos ganar porque queremos ganar el campeonato", sentenció JR, en una conferencia de prensa, que reaparece en el primer equipo, luego de estar ausente por lesión ante Lanús (0-1), la fecha pasada.
"Es bueno ser consciente de que no estamos jugando bien y, a mi entender, no lo hicimos bien en ninguno de los cuatro partidos que jugamos hasta el momento. Pero es mejor que pase ahora y que nosotros reaccionemos, que nos demos cuenta de que tenemos que estar al cien por cien y jugar a la misma altura que los demás, porque de lo contrario cualquier equipo nos puede ganar", completó Román, con mucha autocrítica.
Respecto de la vuelta de Martín Palermo, quien regresará a la titularidad luego de casi siete meses, Riquelme destacó que "se trata de un jugador importante para el equipo y complicado para los rivales. Palermo ya volvió hace varios partidos (ingresó en el ST ante Newell´s, Cuenca y Lanús) y este domingo lo tendremos de titular. Los rivales lo respetan mucho y siempre digo lo mismo: es el mejor delantero de los últimos años y siempre da la sensación de que está por convertir", resaltó.